Para nadie es un secreto que las vacaciones de Semana Santa son un buen pretexto para los excesos. Sin embargo, si te pasas de contento y te das permisos que nos bebes, tu salud puede dañarse y tus vacaciones y los días por venir pueden hacer que te arrepientas de los que hiciste.
Pero, como no queremos eso para ti, hemos consultado a la doctora Raisa García, especialista en Nutrición Clínica y directora del Instituto de Nutrición, Sicología, Diabetes y Enfermedades Metabólicas, quien te ofrece unas recomendaciones para que disfrutes de manera saludable de este próximo asueto:
Comienza el día con un desayuno «fuerte», tómate tu tiempo y no olvides que un desayuno equilibrado debe contener hidratos de carbono a base de pan, cereales o víveres; proteínas en la leche, queso, huevos o embutidos; grasa saludable como aceite de oliva y frutas secas. Evita las gaseosas y los dulces.
No te saltes comidas, recuerda que lo ideal es hacer tres comidas y dos meriendas.
No comas “de más”. Cuando hay una gran variedad de alimentos preparados, como en los buffets es muy importante cuidar el tamaño de las porciones y la variedad de los alimentos. Se recomienda servirse primero las ensaladas y sólo una vez de cada platillo en porciones pequeñas. Evita dar una segunda vuelta.
En todas las comidas principales, introduce verduras y/o frutas.
Si sales de viaje a la playa, aprovecha el consumo de pescado, que es un alimento que aporta grasas buenas para el corazón. Lo ideal es que estén preparados a la plancha o al vapor, nunca fritos.
Bebe suficiente agua y jugos bajos en azúcar.
Ten cuidado con los alimentos crudos.
Si te llevas comida a la playa o la montaña, evita llevar ensaladas preparadas con mayonesa.
Evita comidas ricas en grasa, salsas o frituras que te provocarán un aumento de peso y de colesterol, molestias digestivas como digestiones pesadas, estreñimiento y acidez.
Evita el uso de sodas y el abuso de bebidas azucaradas, helados y snacks.
Limita el consumo de bebidas alcohólicas ya que aumentan el riesgo de deshidratación y de accidentes de todos los tipos. Si deseas beber algún trago, evita las bebidas de alto grado de alcohol.
Si estás en el río o la playa, camina 20-30 minutos después de comer, antes de entrar al agua. Facilitaras la digestión y evitarás una indigestión.
Haz ejercicios aunque estés de vacaciones. Trata de incluir alguna actividad física en la rutina diaria, como caminar, correr, andar en bicicleta, nadar o lo que más se adapte a tus posibilidades, por lo menos 30 minutos al día.
Evita la exposición prolongada e innecesaria los rayos solares. Si vas tomar el sol, hidrátate bien y usa protector solar.
Ahora, a disfrutar de tus vacaciones sin caer en los excesos. Comparte con tu familia y amigos de esta bella temporada de reflexión.
Por Samuel Ramos
Cardiólogo