Santo Domingo. – El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG), monitorea de cerca el brote de la enfermedad respiratoria causada por un nuevo coronavirus (COVID-19).
Considera pertinente prestar atención al efecto que podría causar el COVID-19 en mujeres embarazadas y lactantes.
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Advierte que a pesar de que no se cuente con recomendaciones específicas, y tomando en cuenta casos de coronavirus anteriores (SARS-CoV y MERS-CoV) y un pequeño número de casos de COVID-19, se cree que las mujeres embarazadas pueden tener un mayor riesgo de enfermedad, morbilidad o mortalidad severas en comparación con la población general.
La ACOG, pide a los profesionales de la salud, notificar de inmediato al personal de control de infecciones en sus instalaciones sobre la llegada anticipada de una paciente embarazada que ha confirmado COVID-19 o es un PUI.
Los bebés nacidos de madres con COVID-19 confirmado deben considerarse PUI. Como tal, estos bebés deben aislarse de acuerdo con la guía de prevención y control de infecciones para PUI.
En el caso de las madres que se encuentran en estado de amamantamiento, hay raras excepciones cuando no se recomienda amamantar o alimentar con leche materna extraída.
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Insisten que la principal preocupación no es si el virus puede transmitirse a través de la leche materna, sino más bien si una madre infectada puede transmitir el virus a través de gotas respiratorias durante el período de lactancia.
Una madre con COVID-19 confirmado o que tiene un PUI sintomático debe tomar todas las precauciones posibles para evitar transmitir el virus a su bebé, incluso lavarse las manos antes de tocarlo y usar una máscara facial, si es posible, durante la lactancia.
Actualmente no se ha encontrado evidencia de virus en la leche materna de mujeres infectadas con COVID-19; sin embargo, aún no se sabe si COVID-19 puede transmitirse a través de la leche materna (es decir, virus infecciosos en la leche materna).
