La crisis económica que arrastra Puerto Rico desde hace diez años ha provocado un éxodo masivo de médicos especialistas, lo que hace que muchos puertorriqueños residentes en la isla tengan que esperar hasta un año para ser atendidos.
«El saber que una persona tiene que esperar por una cita hasta junio del 2017 me causa mucho estrés», reconoció hoy en entrevista con Efe el cirujano ortopeda de columna vertebral Fernando Villamil en su oficina en el sector turístico de Condado en San Juan, donde atiende a pacientes alrededor de 14 horas casi diarias.
Villamil, de 40 años, es uno de los ocho cirujanos ortopedas especialistas de columna vertebral que en la actualidad ejercen en Puerto Rico, una cantidad diminuta para los 3,5 millones de habitantes de este Estado Libre Asociado a Estados Unidos.
Graduado en varias universidades, entre ellas la prestigiosa Universidad de Harvard, Villamil alega que tristemente los puertorriqueños «estamos ya acostumbrados» a tener que esperar mucho tiempo por una cita médica.
El primer paciente que Villamil atiende en su oficina dos días a la semana suele llegar antes de las siete de la mañana. El resto de los días los dedica a operar a sus pacientes, incluidos habitantes de otras islas caribeñas cercanas a Puerto Rico que se desplazan hasta aquí por ausencia de doctores especializados en sus países.
A cada uno de los pacientes Villamil les dedica por lo menos treinta minutos, pues, según el joven cirujano, éste se sienta con cada uno para conocer detenidamente qué tipo de dolencia tiene y qué tratamiento es el más indicado.
La falta de cirujanos especialistas que hay en la isla y la gran cantidad de operaciones que se le acumulan le han costado a Villamil una lesión en su hombro derecho, debido al «trabajo de carpintería» que tiene que hacer a sus pacientes en la espalda.
«Físicamente es muy demandante (exigente) todo esto», aseguró Villamil, quien dijo que «la mayoría» de las personas que sufren problemas espaldares es por herencia genética, aunque también pueden ser por accidentes de automóviles, en el trabajo o en la casa.
Jorge M. Morales es un paciente puertorriqueño que asegura haber tenido que esperar más de cuatro meses por una cita médica con especialistas como nefrólogo, gastroenterólogo o cardiólogo.
«La crisis tiene que ver y se va agravando. No hay médicos en la isla», lamentó este hombre de 71 años, quien ha tenido que acudir a estos galenos luego de que a finales de 2013 comenzara a tomar unas pastillas para adelgazar que le generaron una pancreatitis, así como problemas de riñones e intestinales.
«Los médicos van cerrando oficinas y la población envejece más y más (debida la elevada migración de jóvenes), con lo que se enferma más, y ahí hay otro problema», indicó Morales.
Según explicó, muchos optan por presentarse en las salas de emergencia de los hospitales en la isla, que cada vez están más saturadas de pacientes que «esperan horas para ser atendidos».
Los médicos consultados por Efe coinciden en que una de las causas por las que estos profesionales deciden emigrar o cerrar sus consultas es porque los planes médicos les pagan muy poco en comparación con lo que recibirían en EE.UU., donde los doctores pueden mudarse y ejercer sin necesidad siquiera de pasaporte.
Villamil dijo que, por ejemplo, Triple-S -la principal aseguradora médica en la isla-, le paga 25 dólares por cada paciente que trata, mientras que en EE.UU. cualquier otra compañía le pagaría hasta 500 dólares por visita.
«Aquí los planes están por la libre, nadie fiscaliza los planes médicos», criticó Villamil, quien admitió que a él también le dan «muchas ganas» de irse de Puerto Rico e instalarse en EE.UU.
«Es un reto. Uno se queda aquí por sus pacientes, y porque tampoco es que nos vaya tan mal: uno gana bien y se trabaja mucho, pero cansa, cansa mucho», sostuvo Villamil, quien reclamó «una mayor fiscalización» de las aseguradoras en la isla, que incluso «niegan servicios a los pacientes y dejan fuera de su presupuesto a algunos especialistas».
EFE