Se ha descubierto que la razón fundamental de la demanda médica no es la intención de ganar una indemnización, sino de sancionar a un médico que no ha sido transparente y cálido en el trato.
Lo que lleva a la mayoría de las personas a demandar es la insatisfacción en el servicio, la creencia de que el médico ha sido negligente respecto a la atención que debía dar no por un tema técnico, sino humano.
Es la consideración del abogado especializado en derecho médico Gilberto Objío Subero, quien resaltó la necesidad de concientizar e informar al paciente e integrar los centros médicos a la vida de la sociedad y la localidad en que están insertadas.
El jurista expuso que otras causas de demandas se basan en que el médico no informó adecuadamente al paciente de riesgos ni beneficios alcanzables, y la insatisfacción o la incongruencia entre los resultados obtenidos, así como la expectativa del paciente.
“De ahí que los médico tienen que mejorar el procedimiento de consentimiento informado para, en lugar de hacer un procedimiento formulario en el que el paciente firma un documento, se transforme en una cultura de información y de transparencia”, indicó.
Favorece la integración de la familia en las decisiones importantes para que en el resultado no sea el esperado el núcleo familiar, esté enterada de los riesgos y los beneficios.
En una conferencia ofrecida a médicos de Puerto Plata, comentó que “las personas que viven cerca o que se asisten de los servicios de esos centros puedan comprender las dificultades, calidad de problemas, expectativas y beneficios legítimos que pueden esperar de la atención en salud”.
También destacó la importancia del consentimiento informado y la exposición clara de las expectativas que el paciente debe tener a la hora de recibir un servicio médico.
Recomendó manejo de los expedientes de acuerdo a las normativa número 32 del año 2003, actualización de los protocolos y contratación de un oficial de calidad interno de los centros médicos.
Asimismo, la creación de un sistema alternativo de resolución de conflictos que no dependa de la vía de la vía judicial y que pueda ser puesto en práctica de manera privada dentro de los centros médicos, “algo así como una oficina de quejas y reclamos”.
El abogado y presidente de la firma Medical Law precisó sobre la pertinencia de una representación especializada en derecho médico que sirva como barrera de contención, antes de los litigios, que pueda negociar y orientar al cuerpo médico sobre las decisiones del día a día cuando un paciente se encuentra inconforme con la atención.
“En el renglón información las recomendaciones se basan en nutrir al paciente de una relación más directa con el resultado que se pretende obtener y de los riesgos a los que se expone al someterse a determinado tratamientos en persecución de determinados beneficios”, precisó.
Y agregó que “la información juega un rol clave por que defiende al médico contra la noción de que el paciente asumió riesgos desconocidos”.
En cuanto a prevención, entran los abogados especialistas en auditoria legales para que los expedientes médicos estén debidamente conformados conforme dice la ley, que las habilitaciones sean adecuadas y la relación empleados- dirección del centro esté debidamente concretizada en contratos.