Francia.- Periódicamente aparecen nuevos alérgenos responsables de la dermatitis de contacto. Durante la conferencia Dermatology Days of Paris 2024, la doctora Angèle Soria, doctora en medicina y dermatóloga del Hospital Tenon de París (Francia), describió cuatro categorías principales que impulsan esta tendencia. Entre ellas se encuentran los (met)acrilatos que se encuentran en los cosméticos para uñas que se utilizan en los salones de belleza o en los kits de uñas postizas que se pueden comprar en línea.
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Isotiazolinonas
Si bien la prevalencia de la dermatitis alérgica de contacto se mantiene estable en torno al 20% de la población, se introducen nuevos alérgenos debido a los cambios en las fórmulas de los cosméticos y a la evolución de los hábitos de consumo. Entre los culpables más recientes se encuentran la metilisotiazolinona (MI), un conservante utilizado en muchos cosméticos; los (met)acrilatos; los aceites esenciales; y las resinas epoxi utilizadas en la industria y en las actividades de ocio.
Hace unos 15 años, los parabenos, que se utilizan habitualmente como conservantes en los cosméticos, fueron identificados como disruptores endocrinos. En respuesta, fueron reemplazados en gran medida por conservantes más nuevos, en particular el MI. Sin embargo, esto provocó una proliferación de dermatitis alérgica de contacto en Europa entre 2010 y 2013.
“Alrededor del 10% de la población que analizamos mostró alergias a estos conservantes, que se encuentran principalmente en los cosméticos”, explicó Soria. Desde 2015, el uso de MI en cosméticos sin aclarado está prohibido en Europa y su concentración está restringida en productos con aclarado. Sin embargo, los cosméticos que se venden en línea desde fuera de Europa pueden no cumplir con estas regulaciones.
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El MI también está presente en pinturas a base de agua para prevenir el moho. “Hace unos años, empezamos a ver pacientes con angioedema facial, a veces combinado con asma, causado por estos conservantes de isotiazolinona , incluso en pacientes que no son pintores profesionales”, dijo Soria. Más recientemente, la atención se ha desplazado hacia la presencia de MI en productos de limpieza para el hogar . Un estudio español de 2020 encontró MI en el 76% de los 34 productos de limpieza analizados.
Los fungicidas a base de MI también se utilizan para tratar el cuero durante el transporte, lo que puede provocar alergias de contacto tanto entre profesionales como entre consumidores. Además, se ha identificado MI en juguetes para niños , incluidos geles de slime, y en cubos de gel que utilizan los floristas para conservar las flores.
“Estamos pues rodeados de estos conservantes, que ya no sólo se encuentran en los cosméticos”, advierte el dermatólogo.
(Met)acrilatos
Otra categoría importante de alérgenos son los (met)acrilatos, responsables de muchos casos de dermatitis alérgica de contacto. Los acrilatos y sus derivados se utilizan ampliamente en artículos de uso diario. Son monómeros de bajo peso molecular que sensibilizan al contacto con la piel. Sus formas polimerizadas incluyen materiales como el plexiglás.
“Actualmente estamos asistiendo a una epidemia de dermatitis de contacto en la población general, principalmente debido a los cosméticos para uñas, como los esmaltes semipermanentes y los kits de uñas postizas para uso casero”, informó Soria. Los cosméticos para uñas representan el 97% de los nuevos casos de sensibilización relacionados con los (met)acrilatos. Estos alérgenos a menudo causan dermatitis graves, lo que llevó a la Unión Europea a exigir el etiquetado en 2020, advirtiendo que estos productos son “solo para uso profesional” y pueden “provocar reacciones alérgicas”.
Además de los cosméticos para uñas, estos alérgenos también se encuentran en productos dentales (como férulas), electrodos de ECG, prótesis, sensores de glucosa, adhesivos quirúrgicos y algunos dispositivos electrónicos como auriculares y pantallas de teléfonos. Cabe destacar que los pacientes sensibilizados a los acrilatos a través de kits para uñas pueden experimentar reacciones durante los tratamientos dentales que involucran acrilatos.
Investigación sobre el uso de aceites esenciales
Los aceites esenciales, a diferencia de los aceites vegetales como el de almendras o el de argán, son otro alérgeno conocido. Estos productos, que suelen considerarse libres de riesgos debido a su etiqueta de “naturales”, se utilizan ampliamente por vía tópica, oral o por inhalación para diversos fines, como tratar infecciones respiratorias o crear ambientes relajantes. Sin embargo, los aceites esenciales contienen moléculas aromáticas como los terpenos, que pueden volverse altamente alergénicos con el tiempo, especialmente después de una exposición repetida.
Soria enfatizó la importancia de preguntar a los pacientes sobre el uso de aceites esenciales, especialmente los de árbol de té y lavanda, que se usan comúnmente pero que los pacientes rara vez mencionan a menos que se les solicite.
Resinas epoxi en uso recreativo
Las resinas epoxi son una causa creciente de alergias de contacto, no solo en entornos profesionales como la aeronáutica y la construcción, sino también, cada vez más, en actividades recreativas. Soria destacó el caso de una niña de 12 años hospitalizada por un edema facial severo después de realizar manualidades con resina inspiradas en TikTok. Durante 6 meses, había estado creando objetos de resina, como cuencos y tablas de cortar, utilizando guantes de vinilo y una mascarilla Filtering FacePiece 2 bajo la supervisión de un adulto.
“La creciente popularidad y disponibilidad online de las resinas epoxi significa que ahora las reacciones alérgicas deben tenerse en cuenta incluso en contextos no profesionales”, advirtió Soria.
Enfoque clínico
Cuando los dermatólogos sospechan que existe una dermatitis alérgica de contacto, el primer paso es tratar la afección con cremas con corticosteroides. A esto le sigue una entrevista detallada al paciente para identificar los alérgenos sospechosos en los productos que ha utilizado.
Luego se realiza una prueba de parche para confirmar el alérgeno. Se aplican pequeñas cámaras que contienen alérgenos potenciales en la parte superior de la espalda durante 48 horas sin retirarlas. Los resultados se leen entre 2 y 5 días después; en algunos casos, es necesario un seguimiento de 7 días.
La profesión del paciente es un factor importante, ya que se sabe que determinadas profesiones, como la peluquería, la sanidad o la estética, pueden desencadenar dermatitis alérgica de contacto. Asimismo, determinadas aficiones también pueden influir.
Un enfoque exhaustivo garantiza un diagnóstico preciso y estrategias de prevención específicas.
Fuente: Medscape