Dermatología de la viruela, ¿cómo evitar sus cicatrices?

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virueladelmono.JPG Estados Unidos.- La familia de los Poxvirus comprende un grupo de virus de ADN de cadena doble que producen enfermedades como la viruela, la infección por el virus de las vacas, la viruela de los monos o el molusco contagioso, entre otros.

Hasta su erradicación en el año 1980, la viruela era considerada como la infección de mayor repercusión de este grupo por su distribución mundial, en ocasiones endémica y de elevada mortalidad.

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¿Cómo actúa? El virus de la viruela penetra en el organismo a través de las vías respiratorias y, tras un período de incubación de 7 a 17 días, produce un cuadro de fiebre elevada, cefalea, malestar general, náuseas, vómitos y lesiones cutáneas características.

Éstas se presentan en forma de máculas eritematosas –que son planas y no palpables– que progresan a vesículas o pústulas de hasta un centímetro de profundidad. Generalmente progresan de forma lenta, todas a la vez y dejan en su evolución cicatrices bastante profundas.

La zona facial es especialmente vulnerable a esta complicación, probablemente por el elevado número de glándulas sebáceas y su predisposición a la infección. La razón por la que la viruela produce esta cicatrización característica permanece sin aclarar aún.

A diferencia de la viruela, en este caso el rostro no es el principal afectado. Las lesiones se extienden del tronco a las extremidades, y con frecuencia se localizan en las palmas de las manos y las plantas de los pies. Pueden afectarse además las membranas mucosas, la conjuntiva y la córnea.

A diferencia de la viruela, las lesiones no evolucionan todas a la vez. Y se asocian a una inflamación de los ganglios linfáticos llamativa y muchas veces generalizada.

Otro detalle de interés a nivel de la piel es que la viruela del mono produce en su evolución necrosis y ulceración de la piel, con el consiguiente riesgo de infección y cicatriz.

Para que las secuelas sean mínimas, además de prevenir la sobreinfección, hay que evitar el rascado y tratar solo bajo supervisión profesional: nada de tratamientos caseros o inadecuados. De lo contrario, la viruela dejará una huella imborrable.

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