En el marco del Congreso Internacional de Nutrición se discutió sobre la necesidad de lograr un sistema de etiquetado frontal de alimentos envasados con información clara y sencilla.
Así como la importancia en la educación al consumidor sobre el contenido nutricional de los alimentos que consume y los perfiles de nutrientes usados como parámetros para el etiquetado frontal y su impacto sobre la salud pública.
El tema fue abordado por expertos durante una mesa de discusión, donde se expusieron diferentes experiencias a nivel mundial.
Una de estas experiencias fue la del Reino Unido, con un sistema de aplicación voluntaria de etiquetado estilo semáforo; las de Australia y Nueva Zelanda que también aplican en forma voluntaria un sistema de gradación con estrellas; la de los países Nórdicos con su ojo de cerradura; y la de Chile, basada en un sello de advertencia negro octogonal implementado de forma obligatoria en junio de 2016.
En ese sentido, el doctor Michael Rayner, profesor de la Universidad de Oxford y quien estuvo a cargo del desarrollo del perfil nutricional Agencia de Estándares Alimentarios (FSA), basado en el “Semáforo Nutricional” utilizado en el Reino Unido desde 2006, aseguró que esta modalidad de etiquetado exitoso se enmarca en el “sistema europeo” y ya está presente en el 60% de los alimentos envasados.
El sistema califica a los alimentos con los colores del semáforo -verde, amarillo y rojo-, según las cantidades de sodio, azúcar y de grasas saturadas que contengan.
Para Rayner, este método de etiquetado simple y claro produce más cambios positivos en los hábitos de consumo que los sistemas con advertencias, como el que se usa en Chile. Según explicó, este sistema informativo permite que cada consumidor tome decisiones personales de acuerdo a sus necesidades.
“Los hipertensos, por ejemplo, pueden elegir los productos “verdes” en sodio y las personas que viven con diabetes, aquellos “verdes” en azúcar.
En una investigación de 2009 sobre el nivel de comprensión y uso de este etiquetado por parte del consumidor, una de las conclusiones fue que, en general, las etiquetas frontales más efectivas son aquellas que combinan texto (alto, medio, bajo), colores del semáforo e información de porcentaje del contenido de nutrientes en base a la ingesta diaria recomendada.
