Dexametasona infrautilizada en pacientes COVID, según estudio

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file-20200617-94094-17miglk.jpgEstados Unidos.- El glucocorticoesteroide dexametasona, ahora un tratamiento basado en evidencia para la COVID-19 grave, es infrautilizado en Estados Unidos, muestra un nuevo análisis.

«Puesto que dexametasona es un fármaco económico y ampliamente disponible, nos sorprendió su potencial infrautilización en personas que podrían beneficiarse de ella», comentó a Reuters Health Hemalkumar Mehta, Ph. D., de la John Hopkins Bloomberg School of Public Health, en Baltimore, Estados Unidos.

El estudio también demostró que el uso de dexametasona y remdesivir, que se recomienda en las guías actuales, varía en los diferentes sistemas de asistencia sanitaria, «lo que indica variación en la mezcla de casos de pacientes, acceso al fármaco, protocolos de tratamiento y calidad de la atención», afirmó el equipo del estudio en Annals of Internal Medicine.

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El panorama del tratamiento de la COVID-19 se modificó rápidamente durante la pandemia, señalaron en su artículo.

En marzo de 2020 la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos otorgó la autorización para uso de emergencia a hidroxicloroquina, pero lo rescindió tres meses más tarde con base en nuevos datos de ningún beneficio y daño potencial.

El antiviral remdesivir recibió una autorización para uso de emergencia en mayo de 2020 y aprobación completa en octubre de 2020 para tratar la COVID-19.

Se ha demostrado que dexametasona, ya aprobada para diversas indicaciones, reduce los fallecimientos por COVID-19 en pacientes hospitalizados que requieren oxigenoterapia sola o ventilación mecánica.

National Institutes of Health (NIH) recomienda remdesivir y dexametasona como tratamientos de algunos pacientes hospitalizados con sospecha clínica o confirmada por laboratorio de infección por el SARS-CoV-2.

Utilizando la National COVID Cohort Collaborative (N3C), Mehta y sus colaboradores evaluaron las tendencias temporales en el uso de hidroxicloroquina, remdesivir y dexametasona en Estados Unidos, durante un periodo de 13 meses a partir de febrero de 2020.

De acuerdo con el equipo del estudio: «La implementación y abandono brusco de hidroxicloroquina en la etapa temprana de la pandemia ha sido compensada por incrementos en el uso de remdesivir e incluso en un mayor grado, de dexametasona.»

No obstante, pese a la publicación a mediados de junio de los resultados del estudio RECOVERY, se demostró un beneficio de la dexametasona en cuanto a la sobrevida en pacientes con ventilación mecánica, alrededor de una quinta parte de los pacientes potencialmente elegibles no recibieron dexametasona u otros glucocorticoesteroides.

Además observaron una variación sustancial en el uso de dexametasona en diferentes centros, lo mismo que en el uso de dexametasona más remdesivir.

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«La combinación de dexametasona y remdesivir se recomienda en la guía de National Institutes of Health con base en beneficios teóricos y opinión de expertos. Se necesita más investigación para comprender el beneficio potencial de este tratamiento combinado. Sin embargo, observamos un incremento notable del uso de la combinación de fármacos, y hasta uno de cada cuatro pacientes recibió el tratamiento combinado hasta febrero de 2021», indicó Mehta a Reuters Health.

Señaló que algunos posibles motivos para la infrautilización potencial pueden ser la escasez del fármaco, los protocolos de los hospitales o la variación en la calidad de la atención que proporcionan los hospitales.

«Dado que contamos con evidencia convincente derivada de estudios bien controlados que indican que dexametasona reduce la mortalidad en quienes requieren oxígeno complementario, es decisivo que nuestro sistema de asistencia sanitaria esté obteniendo el fármaco adecuado para el paciente apropiado y en el momento correcto», dijo Mehta.

«Estos hallazgos son importantes debido a los altos niveles continuados de morbilidad y mortalidad en Estados Unidos a consecuencia de la COVID-19, así como una base de evidencia robusta que respalda la utilidad de dexametasona para reducir la probabilidad de deceso en personas con COVID-19 que requieren ventilación mecánica», escribió el equipo del estudio en su artículo.

Una limitación del estudio es la inclusión de centros médicos predominantemente académicos, lo que indica que los hallazgos pueden no ser generalizables a los hospitales de la comunidad, el lugar de mayor atención en Estados Unidos.

Los autores también carecieron de datos a nivel de pacientes, lo que limita el análisis de lo apropiado del uso de corticoesteroide.