Diario continúa duros reportajes del sistema de salud

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Faltan respiradores y los pacientes críticos se la juegan con respiración manual aplicada por los médicos. Es una situación difícil la que se produce en las unidades de cuidados intensivos y las emergencias.

Este jueves el periódico Listín Diario continuó con su serie de reportajes sobre las emergencias, en los que resalta la situación de algunos hospitales en el tema de los respiradores.

Pone como ejemplo el hospital Salvador B. Gautier, donde dice hay 14 camas en su Unidad de Cuidados Intensivos y cuatro ventiladores, dejando 10 sin esa herramienta fundamental en pacientes graves.

En el Francisco Moscoso Puello, donde la sobredemanda alcanza el 300%, hay seis camas y un ventilador, con frecuencia dañado, y en el Padre Billini, de la Zona Colonial, hay siete camas y cinco ventiladores.

Indica que esos hospitales carecen de equipos de imágenes como tomografía y resonancia magnética, por lo que el paciente debe ser referido fuera de sus instalaciones, en especial al Centro de Imágenes de Amistad Dominico Japonesa (Cemadoja) a realizarse esos estudios, con las complicaciones que implica su traslado y el aporte económico para los no asegurados.

Anota que en el el Padre Billini hay tomógrafo, pero no resonancia, y aunque tiene radiógrafos y otros equipos básicos, el personal se queja de la falta de láminas para lectura. Y que la directora, Ysabel Menual, tiene otra explicación al respecto: dice que solo se imprime lo necesario y lo demás se ve por computadoras o en el celular.

Cita al doctor Fulgencio Severino, jefe de Cardiología del Hospital Salvador B. Gautier, para indica que esos centros quedan sin capacidad de respuesta para atender las principales causas de hospitalizaciones, que son las vasculares, cardiacas, neurológicas y gastrointestinales. Todas ameritan de cuidados intensivos.

“El Gautier necesitaría por lo menos 30 camas de cuidados intensivos para cumplir con los parámetros requeridos. Pacientes graves permanecen tres, cuatro días y a veces una semana esperando una cama”, expuso Severino.

Observa que del sector privado no se tienen registros actuales que permitan conocer su realidad, y lo mismo ocurre en centros de autogestión; pero estudios realizados en el 2014 evidencian un déficit en la oferta de camas de atención de cuidados intensivos que supera el 60%, acrecentado en Santo Domingo y Santiago, que es donde se concentra la mayor demanda.

Como forma de recrear la crisis generalizada que dice afecta al sector salud, el doctor Severino destaca que recientemente el hospital Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina duró una semana sin que en los consultorios hubiera esfigmomanómetro, equipo usado para la medición de la presión arterial. El médico que quería trabajar debía llevar el suyo personal o simplemente no asistir a la consulta.

Dice que las inquietudes de Severino son compartidas por médicos, enfermeras y pacientes del hospital Padre Billini.

Señala el diario que estudios indican que en todo el país hay alrededor de 450 camas en unidades de cuidados críticos, de las cuales unas 160 pertenecen al sector público, pero sus requerimientos se estiman en alrededor de 400.

En el sector privado el número de camas de este tipo es de 292 incluyendo patronatos y las Fuerzas Armadas, de las cuales la mayoría están en Santo Domingo. El estudio fue hecho en el 2014 por la Sociedad de Medicina Crítica y de Cuidados Intensivos (Sodemecu).

Los estándares de salud establecen que por cada 10 camas de dotación o para la atención de pacientes, debe haber una de cuidados críticos, dice el diario.

Y asegura que expertos indican que si existiera un primer nivel de atención con capacidad resolutiva, las emergencias se reducirían en más de un 50%.