Merck introdujo en su portafolio de tratamientos para la hormona del crecimiento el nuevo dispositivo Easypod®, equipo electrónico de inyección para la administración.
Este dispositivo asegura el máximo aprovechamiento del medicamento, debido a que gradúa la velocidad de la inyección y la profundidad de la aguja.
De igual forma, reduce las molestias y el estrés provocado por la inyección. Permite el monitoreo de la adherencia al tratamiento y disminuye el desperdicio.
Merck tiene también en su catálogo de ofertas la Somatropina (r-hGH) para inyección, hormona del crecimiento humana recombinante surgida de una tecnología de ADN y producida, utilizando una estirpe de células de mamífero, que representa lo más avanzado en tecnología recombinante.
Además, innovadores dispositivos dosificadores para la administración de la hormona del crecimiento, que promueven significativamente el apego y alcance de objetivos del tratamiento.
Según datos recientes demuestran que la deficiencia de la GH no se limita al impacto sobre el crecimiento longitudinal, sino que puede tener un considerable efecto negativo en la salud y en el desarrollo neurológico de los niños, y ocasionar un cúmulo de factores precoces de riesgo cardiovascular.
Se estima que la incidencia de estatura baja asociada con déficit severo de hormona del crecimiento fluctúa entre 1:4,000 a 1:10,000 niños.
La mayoría de las incidencias de la deficiencia de la hormona de crecimiento de la infancia ocurren como casos aislados y no se heredan. Algunos niños nacen con DHC. En otros surge después de nacer debido a una lesión cerebral, tumor o tratamiento conradiación en la cabeza. En algunos niños, no se logra encontrar una causa.
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Diagnostico
Los bebés con GHD tendrán un tamaño normal de recién nacido y podrían no mostrar ningún signo, pero experimentarán un crecimiento lento durante la infancia temprana y posterior en comparación con los niños sanos.
En términos de apariencia, pueden parecer más llenitos y más jóvenes para su edad, mientras que los huesos en el centro de la cara pueden ser mal desarrollados.
La deficiencia de la hormona del crecimiento no afecta la inteligencia y cada niño experimenta los síntomas de manera diferente, que pueden parecerse a los de otras condiciones o problemas médicos.
Por Gabriela Mora
