El doctor Marcos Pérez también es jefe de urología pediátrica en el Hospital Hima San Pablo y director del programa de residencia de urología de la Universidad de Puerto Rico.
Las condiciones urológicas en los niños son comunes. Varias de ellas son tratadas en Puerto Rico por el Marcos Pérez Brayfield, el único urólogo pediátrico que realiza la cirugía robótica de Da Vinci en la isla.
Las condiciones urológicas en los niños son comunes. Varias de ellas son tratadas en Puerto Rico por el doctor Marcos Pérez Brayfield, el único urólogo pediátrico que realiza la cirugía robótica de Da Vinci en la isla.
El especialista resalta la necesidad de este tratamiento en la isla y la importancia de explicarles, tanto a los niños como a sus padres, las condiciones que presentan.
El doctor Marcos Pérez asegura: “Yo creo que hoy por hoy en Puerto Rico tenemos todas las herramientas para poder atender todas las condiciones urológicas pediátricas. Algo que me da gran satisfacción, especialmente en todo lo que tiene que ver con cirugía mínimamente invasiva”.
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De esta manera, el especialista le da una oportunidad a los niños para ser tratados con la medicina más moderna, con una tasa de logro del 96%, sin salir de la isla y con una recuperación más rápida.
Esa decisión la tomó hace 12 años cuando trabajaba en Miami y recibía pacientes puertorriqueños que debían trasladarse a Estados Unidos para un tratamiento.
Son muchos los casos que han marcado la vida del Dr. Marcos Pérez, pero su mayor satisfacción es lograr ver cómo los niños crecen y logran superar sus condiciones. Muchas veces también consiguiendo la independencia de sus padres y mejorando su ámbito social y educativo como este caso:
Pionero en sus estudios
El Dr. Marcos Pérez nació en San Juan, Puerto Rico donde comprendió que siempre había tenido interés en dos temas: las ciencias y ayudar al prójimo. Estudió Medicina en la Universidad de Puerto Rico, luego tuvo la oportunidad de hacer su entrenamiento en urología pediátrica en Emory University en Atlanta, Georgia en los Estados Unidos.
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“Estando allá tuve la dicha de que era la época donde la cirugía mínimamente invasiva estaba creciendo en los Estados Unidos y tuve la oportunidad de ser pionero en esta tecnología en urología pediátrica, ya que en el centro donde estaba haciendo mi entrenamiento se estaban diseñando este tipo de cirugía”,
De esta manera inició de manera temprana sus estudios en cirugía mínimamente invasiva, laparoscopia y cirugía robótica.
Buscando aportar su experiencia en urología pediátrica y con el interés de trabajar con la comunidad latina el doctor Marcos Pérez decidió mudarse a Miami para seguir su carrera en urología.
Por cuatro años estuvo en el Nicklaus Children’s Hospital (antes Miami Children’s Hospital) donde aumentó su experiencia. Luego de esta experiencia regresó a la isla y actualmente realiza su práctica en el Hospital Hima San Pablo.
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Hace unos años recibió un premio a la excelencia por su colaboración en la urología pediátrica en Puerto Rico por parte de la Asociación de Pediatría de Puerto Rico. “Fue un gran orgullo recibir este premio de mis colegas y de las personas con las que estás ayudando en el día a día, pues todos estamos trabajando por el bien de los niños acá en la isla”.
“Trabajar con niños es muy bonito porque, dependiendo de la edad del paciente, ellos tienen unas preocupaciones particulares. Uno debe identificar bien la edad del niño y cuánto ellos entienden acerca de su condición. No importa que sean chiquitos, eso no significa que no tenemos que explicarles”,
El doctor Marcos Pérez agregó que en su experiencia ha percibido que los niños se sienten más calmados cuando se les explica su condición. Adicionalmente, los prepara para ir al quirófano, así como para el posoperatorio.
“Eso significa o se transforma en pacientes que se recuperan mucho más rápido. Son pacientes que al final del día entienden por qué están pasando por esta situación y eso les ayuda a su recuperación”.
Respecto a los padres, explica que tienen mucha ansiedad por la condición urológica de los niños. “Es de gran satisfacción poder ayudarlos y tener muy buenos resultados los niños que están curados para el resto de la vida”, concluye el doctor Pérez.
