El clima como un exacerbante de síntomas musculoesqueléticos

El clima como un exacerbante de síntomas musculoesqueléticos

Redacción.- Existen múltiples enfermedades que pueden tener variabilidad en su actividad o sintomatología según distintos patrones medioambientales, siendo uno de los más evidentes la variación en el clima.

Algunos ejemplos de cómo este afecta directamente el estado de salud de los pacientes incluyen mayor morbilidad por arritmias, paro cardiaco y enfermedad coronaria al aumentar la temperatura. Otro ejemplo importante es el aumento en la mortalidad y morbilidad que pueden causar las variaciones climáticas extremas en pacientes con asma. En el caso de las enfermedades reumatológicas, una de las quejas más frecuentes de los pacientes es la exacerbación del dolor con los cambios de temperatura.

Si bien es probable que todos los que tratamos pacientes con dolor crónico hemos escuchado pacientes que refieren empeoramiento de los síntomas con cambios climáticos, la evidencia no muestra una asociación tan clara. Esto es complicado debido a la gran cantidad de enfermedades que pueden resultar en artralgias y otros tipos de dolor musculoesquelético crónico.

De igual manera, los resultados van a tener discrepancias importantes según la variable que se busque como indicador de empeoramiento (brote de actividad, aumento de la intensidad del dolor o cambio en el patrón del dolor) y la multitud de variables que pueden considerarse como parte del clima y la manera en la que se documenten para su estudio (humedad, temperatura medida o reportada por el paciente, presión barométrica, etc.). Es por esto que los estudios pueden tener una metodología muy variable para contestar la misma pregunta, lo que causa que sea difícil sintetizar los resultados.

Cualquier revisión sistemática de los estudios sobre el tema corre el riesgo de incluir múltiples enfermedades heterogéneas evaluadas de manera distinta y que tomen en cuenta variables independientes completamente distintas entre sí. Una revisión sistemática que intentó minimizar estos confusores analizó 43 artículos donde 63% reportó asociación significativa entre el clima y el dolor.[3] Sin embargo, la interpretación de los autores de cada estudio sobre sus resultados era muy variable, dos estudios con resultados similares podrían llegar a conclusiones completamente opuestas.

Le puede interesar: Cambio climático afecta la salud cardíaca, según un estudio

Incluso aquellos con resultados estadísticamente significativos describieron sus resultados como «no clínicamente relevantes» o con un tamaño de efecto pequeño. Aunque esta revisión sistemática muestra resultados detallados y significa un esfuerzo importante por parte de sus autores los estudios incluidos fueron pequeños, no enmascarados y con pobre control de las variables confusoras. Esta revisión sistemática, más que arrojar alguna conclusión fuerte, nos ayuda a entender lo difícil que es sintetizar datos que pueden parecer similares, pero que de manera operacional son completamente distintos.

Con el fin de realizar una revisión sistemática sin las limitaciones previamente mencionadas, un grupo de autores de Australia realizó una revisión sistemática y metanálisis de los estudios sobre el tema con diseño de casos cruzados.[4] Debido a que en este tipo de estudios los pacientes sirven como su grupo control, este es el diseño ideal para observar el efecto de exposiciones transitorias. Se buscaron artículos de casos cruzados donde se evaluara el riesgo del inicio o exacerbación de los síntomas en pacientes con enfermedades musculoesqueléticas (p. ej., lumbalgia crónica, osteoartritis, artritis reumatoide, gota) asociados con factores climáticos, incluyendo temperatura, precipitación, presión atmosférica y humedad relativa.

Se excluyeron estudios donde se incluyeran pacientes con una causa secundaria del dolor (p. ej., tumores, infecciones). Se extrajeron los datos relevantes de cada estudio y se tomaron como desenlaces de relevancia presencia de dolor, su exacerbación o brotes agudos de la enfermedad. Los autores también evaluaron el riesgo de sesgo de cada artículo según el riesgo de sesgo de selección, la forma en la que se capturó la variable de exposición y como se ajustó por confusores.