El gamma knife dominicano

Por Fabio Valenzuela Sosa

La mayoría de los dominicanos ignora en la práctica los avances que ha experimentado nuestra medicina en el último cuarto de siglo. Cuando un dominicano ve afectada su salud por un quebranto de consideración, por lo general lo trata en alguna institución sanitaria extranjera, afectando su economía y la de su país. Esa práctica pudo estar justificada en el siglo pasado pero no en el actual.

Quien dude lo que se afirma en el párrafo anterior debe visitar la Plaza de la Salud, ubicada en los terrenos del antiguo hipódromo Perla Antillana.

En ese complejo hospitalario sobresale el CEDIMAT, institución que ofrece servicios en múltiples especialidades, entre las que figura el único equipo de Gamma Knife en territorio dominicano.

Para apreciar plenamente la importancia del Gamma Knife dominicano es suficiente saber que España, país del primer mundo que nos cuadruplica en población y nos aventaja en casi todos los campos del conocimiento, cuenta con un solo equipo de Gamma Knife, el cual trabaja con una tecnología menos sofisticada que el nuestro.

Si acaso algún lector pensara que el Gamma Knife dominicano solamente ha beneficiado durante sus ocho años de vida a pacientes de clase alta o media alta, esta breve columna le informa que el CEDIMAT y el SENASA han financiado conjuntamente muchos pacientes de Gamma Knife con dificultades económicas comprobables.

En síntesis, pacientes dominicanos y extranjeros deben tomar nota de la existencia en la patria de Duarte de un grupo de expertos criollos y extranjeros de alta capacidad que han hecho posible en el CEDIMAT que el Gamma Knife, maravilla de la radiocirugía, esté a disposición de aquellos que son tocados por afecciones intracraneales no abordables por la neurocirugía convencional.