Santo Domingo.- El Hospital Pediátrico doctor Hugo Mendoza reportó en diciembre y enero un aumento considerable de niños menores de 6 años debido a la ingesta de sustancias cáusticas, desgrasantes o productos químicos de limpieza que estos ingirieron de forma accidental.
Solo en diciembre de 2020 fueron atendidos 22 niños con quemaduras en su sistema digestivo. Como alarmante calificó esta situación, la doctora Idelsa Polanco, gerente de gastroenterología del HPHM.
“Cuando un niño ingiere una sustancia cáustica le cambia la vida tanto al paciente como a los padres y su entorno familiar porque es un niño que amerita atención de nutrición, endoscopia y probablemente cirugía, debido a que esa sustancia quema la boca, esófago, estómago y eso provoca que el niño no vuelva a comer adecuadamente”, expresó la doctora Polanco.
Le puede interesar
Covid-19 cancela primer congreso médico 2021
La especialista dijo que esta situación es 100 por ciento prevenible. Del mismo modo, sostuvo que si los padres compran desgrasantes o blanqueadores de pisos, cloro de piscinas y otros productos químicos deben colocarlos fuera del alcance de los niños.
“Frecuentemente los accidentes pasan porque se utilizan botellas de refrescos o de agua y se llenan de desgrasantes que los niños confunden con refrescos o agua”, concluyó.
Un niño afectado por estas quemaduras en su sistema digestivo se le realiza una dilatación esofágica (ensanchar un área estenosada o estrecha del esófago) que se realiza semanal o quincenal dependiendo la condición del paciente.
En caso de que la dilatación no resulte, los cirujanos tienen que realizar una sustitución esofágica, cirugía de alta complejidad para corregir el daño.
El Hospital Pediátrico Dr. Hugo Mendoza hace un llamado a los padres a mantener fuera del alcance de los niños productos químicos para evitar hechos lamentables como este.
Le puede interesar
Estudio en RD hace hallazgo en depresión
A nivel mundial, el 80 por ciento de las ingestiones cáusticas se producen en los niños pequeños; por lo general son ingestiones accidentales de pequeñas cantidades y con frecuencia son benignos.
En caso de que un niño ingiera accidentalmente esta sustancia desgrasante, la gastroenteróloga pediatra, doctora Idelsa Polanco recomienda no darle ningún líquido, ya sea agua o leche y/o inducir al vómito porque puede agravar la situación del paciente. Lo preferible, indica, es llevar al niño al centro médico más cercano para que sea atendido.
La información está contenida en un comunicado de prensa de ese hospital de autogestión.
resumendesalud@gmail.com