Santo Domingo.– En los primeros cinco meses de este año, se han suicidado 253 personas. De acuerdo con cifras oficiales.
De estos la mayor parte fueron hombres. El método más recurrente, el ahorcamiento. El común denominador: la decisión irrevocable de poner fin a un dolor profundo que sintieron en cuerpo y alma.
El país recibe el Día Internacional de la Prevención del Suicidio con las manos vacías y la ausencia de un plan nacional para prevenirlo.
Cada año, alrededor de 600 dominicanos pierden la vida a causa del suicidio. Se trata de hombres, mujeres y adolescentes tan normales como los demás, pero a los que la tristeza, la ofuscación y la apatía ante los numerosos desafíos que plantea la vida cotidiana terminaron por arrancarle de este mundo.
Frente a ese sufrimiento humano comprobable, los esfuerzos actualmente desplegados para promover la prevención del suicidio son insignificantes.
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La psicóloga Ana Simó, terapeuta de familia y experta en duelos, lamenta que a pesar de ser un tema de salud pública importante, el suicidio siga siendo un problema del que nadie quiere hablar, un mito.
Critica que muchos en la sociedad dominicana minimicen su impacto, expresando frases como: “Ah, pero imagínate, la mujer lo dejó…”
En contraposición, la especialista plantea que antes de hacer siquiera el más mínimo comentario, se tendría que pensar en los niveles de vulnerabilidad de la persona que tomó la decisión de suicidarse.
Las causas
“La depresión es la razón número 1 por la cual una persona decide quitarse la vida. Es un trastorno anímico preocupante y mucho más después de la pandemia del covid-19, porque ha aumentado muchísimo”, indicó.
Otras causas que desencadenan este final trágico para un ser humano son: los problemas económicos; la pérdida del empleo; los problemas pasionales, es decir, con la pareja; el trastorno bipolar y el consumo de estupefacientes.
Cuando a Simó, quien preside el Colegio Dominicano de Psicólogos, se le pregunta cómo evalúa el trabajo que realizan las autoridades para prevenir el suicidio en el país, no anda por las ramas.
“Muy tímido, solo hay que ver cómo se estigmatiza el tema de la salud mental, imagínate el tema del suicidio. El suicidio es un secreto”, aseguró, tras considerar que no es útil callar el tema, sino abordarlo con tacto y rigor profesional.
Juan Luis González, médico psiquiatra y coordinador del Departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública, informa hacia dónde se mueve el Gobierno.
“Se tiene programada la elaboración e implementación del Plan Nacional de Prevención de Suicidio y la Guía de Atención Primaria en las Urgencias por Suicidio”, explicó.
Asimismo, se trabaja con la propuesta de desarrollar un centro de contacto de forma teleasistida, con prioridades en este tipo de emergencias.
Durante los primeros cinco meses del presente año se han suicidado 253 personas, de acuerdo con cifras oficiales proporcionadas por el doctor González al periódico elCaribe.
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En los países de la región la tasa de suicidio ajustada por edad entre los varones es más de tres veces superior a la de las mujeres. En República Dominicana, de 148 personas que se suicidaron en los primeros tres meses de este año, solo 12 eran mujeres.
González asocia el fenómeno a que usualmente los hombres buscan ayuda profesional en menor medida que las mujeres y a que acusan un mayor abuso de sustancias y alcohol, lo que aumenta el riesgo del suicidio, sin dejar de lado que los varones suelen optar por métodos más efectivos.
Para la doctora Simó, el objetivo del suicidio es la búsqueda de una solución. “Las personas que se suicidan buscan una solución a un problema que se está generando internamente hacia él. Es un sufrimiento que la persona tiene”, explica. Ante esa realidad, se impone que la sociedad, los médicos y las autoridades tengan los ojos muy abiertos.
“Una preocupación que estamos teniendo los terapeutas con el tema del suicidio es lo que está ocurriendo con los adolescentes en la República Dominicana”, alertó.
Simó dijo que los psicólogos “sabemos que uno de los factores es el ciberacoso, el ciberbullying”. Sostuvo que “lamentablemente, los jóvenes se deprimen, mientras la gente piensa que no es así”.