Relación entre quimio y daño cardíaco

Cancer_de_mama.jpg

Cancer_de_mama.jpg

El tratamiento con quimioterapia en la lucha contra la mayoría de los cánceres ha prolongado la vida de millones de personas, sin embargo, muchos sobrevivientes de cáncer sufren un mayor riesgo de complicaciones cardíacas relacionadas con el efecto tóxico de la quimioterapia.

“Los pacientes con cáncer deben ser conscientes de este posible efecto secundario. Obviamente, la quimioterapia debe ser administrada, pero creo que los pacientes deben ser monitoreados de cerca durante y después del tratamiento,” explicó el doctor Barry Trachtenberg, cardiólogo del Hospital Houston Methodist DeBakey Heart & Vascular Center.

Le puede interesar:

Cleveland Clinic presenta consejos para el corazón

“Es realmente desgarrador decirles a los pacientes que han luchado y vencido al cáncer que ahora tienen que luchar con un corazón que está fallando.”

El doctor Trachtenberg aseguró que un grupo de agentes llamados antraciclinas causan disfunción del corazón en algunos pacientes que los toman.

Esta forma de quimioterapia es una de las más utilizadas en el mundo para tratar el cáncer de mama, el linfoma, la leucemia, etc.

Un estudio que data del 2012 realizado en 12 mil mujeres que se sometieron a este régimen de quimioterapia estándar, encontró que tenían 20% más de probabilidades de desarrollar insuficiencia cardíaca en cinco años. Las mujeres mayores de 75 años en el mismo estudio que recibieron una combinación de antraciclina y Herceptin tenían un 40% más de probabilidades de desarrollar insuficiencia cardíaca durante ese mismo período de tiempo.

Le  puede interesar:

Cleveland Clinic trajo tres especialistas a congreso cardiología

“El daño al corazón puede comenzar durante el tratamiento o no aparecer hasta años después. La clave es detectarlo temprano,” afirmó el doctor Barry Trachtenberg.

“En los primeros tres a seis meses hay una buena posibilidad de revertir la enfermedad cardíaca con medicamentos estándar como los inhibidores ace y los betabloqueadores. Después de seis meses, es muy poco probable que la función cardíaca vuelva a la normalidad.”

La American Heart Association recomienda un ecocardiograma estándar para pacientes que reciben agentes de antraciclina y ecocardiogramas posteriores para el tamizado posterior, aunque no está claramente definido un período de tiempo específico o monitoreo.

A veces, este tipo de quimioterapia puede necesitar suspenderse por completo si un paciente tiene deficiencia en la cámara de bombeo de los ventrículos del corazón.

Le puede interesar:

Carol cierra campaña “Alerta roja por el corazón”

“Los pacientes con factores de riesgo de enfermedad cardíaca, como antecedentes familiares, presión arterial alta, diabetes y aquellos que reciben quimioterapias que tienen riesgos cardíacos como las antraciclinas, deben hacerse pruebas con regularidad. Quienes toman antraciclinas en dosis altas o múltiples agentes que pueden dañar el corazón necesitan un monitoreo aún más cuidadoso”, dijo el experto del Hospital Houston Methodist.

“Combatir el cáncer es una batalla increíblemente dura para los pacientes que lo padecen. Queremos informar a las personas sobre este posible efecto secundario para que puedan tomar las medidas adecuadas para evitar otra batalla, ahora contra las enfermedades del corazón.”
El tratamiento con quimioterapia en la lucha contra la mayoría de los cánceres ha prolongado la vida de millones de personas, sin embargo, muchos sobrevivientes de cáncer sufren un mayor riesgo de complicaciones cardíacas relacionadas con el efecto tóxico de la quimioterapia.

“Los pacientes con cáncer deben ser conscientes de este posible efecto secundario. Obviamente, la quimioterapia debe ser administrada, pero creo que los pacientes deben ser monitoreados de cerca durante y después del tratamiento,” explicó Barry Trachtenberg, cardiólogo del Hospital Houston Methodist DeBakey Heart & Vascular Center.

“Es realmente desgarrador decirles a los pacientes que han luchado y vencido al cáncer que ahora tienen que luchar con un corazón que está fallando.”

Aseguró que un grupo de agentes llamados antraciclinas causan disfunción del corazón en algunos pacientes que los toman. Esta forma de quimioterapia es una de las más utilizadas en el mundo para tratar el cáncer de mama, el linfoma, la leucemia y otros.

Un estudio que data del 2012 realizado en 12 mil mujeres que se sometieron a este régimen de quimioterapia estándar, encontró que tenían 20% más de probabilidades de desarrollar insuficiencia cardíaca en cinco años.

Las mujeres mayores de 75 años en el mismo estudio que recibieron una combinación de antraciclina y Herceptin tenían un 40% más de probabilidades de desarrollar insuficiencia cardíaca durante ese mismo período de tiempo.

“El daño al corazón puede comenzar durante el tratamiento o no aparecer hasta años después. La clave es detectarlo temprano,” afirmó Barry Trachtenberg.

“En los primeros tres a seis meses hay una buena posibilidad de revertir la enfermedad cardíaca con medicamentos estándar como los inhibidores ace y los betabloqueadores. Después de seis meses, es muy poco probable que la función cardíaca vuelva a la normalidad.”

La American Heart Association recomienda un ecocardiograma estándar para pacientes que reciben agentes de antraciclina y ecocardiogramas posteriores para el tamizado posterior, aunque no está claramente definido un período de tiempo específico o monitoreo.

A veces, este tipo de quimioterapia puede necesitar suspenderse por completo si un paciente tiene deficiencia en la cámara de bombeo de los ventrículos del corazón.

“Los pacientes con factores de riesgo de enfermedad cardíaca, como antecedentes familiares, presión arterial alta, diabetes y aquellos que reciben quimioterapias que tienen riesgos cardíacos como las antraciclinas, deben hacerse pruebas con regularidad. Quienes toman antraciclinas en dosis altas o múltiples agentes que pueden dañar el corazón necesitan un monitoreo aún más cuidadoso”, dijo el experto del Hospital Houston Methodist.

“Combatir el cáncer es una batalla increíblemente dura para los pacientes que lo padecen. Queremos informar a las personas sobre este posible efecto secundario para que puedan tomar las medidas adecuadas para evitar otra batalla, ahora contra las enfermedades del corazón.”