Santo Domingo. – En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, agencias de la ONU presentan encuesta de Red Actúa sobre la afectación social y económica que se ha desarrollado por la pandemia de COVID-19 en la población dominicana.
Para este estudio, se han entrevistado más de 5 mil jefes y jefas de hogares de todo el país.
En cuanto al tema de la salud mental, la encuesta revela que un 15.4 por ciento de los hogares encuestados indicó que ha presentado señales de depresión y/o ansiedad en el período de la cuarentena, un 6.9 por ciento dijo que ha sufrido tensiones en el hogar y un 3.1 por ciento ha excedido el consumo de alcohol.
Además, el 83.0 por ciento de los hogares encuestados confirma que le inquieta que algún integrante de su hogar se enferme de coronavirus, mientras que a un 57.5 por ciento le preocupa no poder recibir atención médica si algún integrante llega a padecer COVID-19.
Por otra parte, el 63.5 por ciento del total de hogares percibe tener riesgo alto o medio de contraer el virus en el siguiente mes, un 26.9 por ciento percibe que su riesgo de contagio es bajo y el 7.0 por ciento afirma no tener riesgo de enfermarse. El resto de los hogares (2.6 por ciento) indica que no sabe cuál es el riesgo de enfermarse.
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Entre los principales hallazgos encontrados en el estudio se destaca que, entre los 5 mil 713 hogares encuestados, el 45.3 por ciento señaló tener una persona que padece de alguna enfermedad crónica (cáncer, diabetes, problemas cardíacos, presión arterial, problemas respiratorios, entre otros) y un 27.5 por ciento indicó no haber podido acceder a servicios médicos regulares.
De igual manera, los hogares encuestados expresaron tener preocupación por el acceso a servicios médicos, en especial para personas en condiciones de vulnerabilidad, recalcando que el 31.7 por ciento de las personas de los hogares con algún miembro con discapacidad, no ha contado con acceso a medicamentos, terapias, personal de apoyo o dispositivos.
Se resalta que el 21.9 por ciento adultos mayores no ha tenido acceso a medicamentos o tratamientos médicos regulares; mientras que el 11.9 por ciento de niños y niñas menores de 5 años no ha tenido acceso a vacunas.
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Además, en el caso de los hogares donde había (al menos) una persona migrante, el 26.8 por ciento no tuvo acceso a servicios médicos regulares.
Respecto a la alimentación y nutrición, un 76.7 por ciento manifestó tener inquietudes por no tener suficientes alimentos para el hogar y un 37.3 por ciento reportó haber tenido que reducir la cantidad de comida servida por día.
Sin embargo, el 26.8 por ciento dice que ha reducido el número de comidas por día y el 3.7 por ciento ha pasado algún día sin comer. Asimismo, alrededor del 85 por ciento perciben un aumento de precio de los alimentos.
Otro punto es que el 89.3 por ciento de las personas que viven con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) añadió estar en tratamiento antirretroviral, de estas el 16.0 por ciento compartió que no ha podido seguir accediendo a los antirretrovirales durante el período de cuarentena.
