España.- El Hospital Virgen del Rocío de Sevilla lidera un ensayo clínico multicéntrico en el que participan diez hospitales españoles para saber cuál es la dosis correcta de medicación en casos de ictus por oclusión en tándem.
Para ello, ya empezaron el reclutamiento de pacientes y, según Elena Zapata, neurorradióloga intervencionista del Virgen del Rocío, «se prevé tener los primeros resultados para 2024».
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El estudio busca conocer «cuál es la medicación correcta en antiagregación simple y qué terapia es más efectiva para evitar que se recluya el stent y, por ende, que aumente la tasa de herroagia cerebral tras intervenir un ictus por oclusión en tándem», señala Zapata a Redacción Médica. Para llevarlo a cabo, «se probará aspirina intravenosa frente a tirofiban intravenoso en dosis bajas con un márgen de seguridad muy amplio».
El ictus por oclusión en tándem es aquel que «presenta un tipo de oclusión de una arteria dentro del cerebro y otra del cuello, la carótida. Y, lo que ocurre en estos pacientes es que, a pesar de que la arteria cerebral no supone ningún problema a la hora de abrirla, la del cuello genera problemas al ponerle el stent o la prótesis», explica Zapata.
A lo que añade que ese stent necesita una medicación pero «ni está estandarizada ni se sabe qué tipo de medicación hay que poner y, por eso, los especialistas de los diferentes centros del mundo ponen la que deseen.
Zapata explicó que «hay casos en los que esos stents directamente se cierran y otros casos en los que la medicación que «se administra es excesiva y se produce una hemorragia cerebral».
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En este tipo de infarto cerebral, «hay que arreglar las dos arterias y el objetivo principal del estudio es identificar cuál es la medicación adecuada para que el stent de la carótida se mantenga abierto por dos razones: primero, para que la cantidad de dosis sea suficiente y el stent no se cierre ya que, si esto ocurre, se produce un nuevo infarto cerebral y el paciente puede sufrir consecuencias mucho peores, la mortalidad es más elevada o puede sufrir algún tipo de discapacidad, entre otras. Y, segundo, para no provocar que se produzca una hemorragia cerebral, ya que cuando se produce un infarto, la cicatriz que queda (isquemia) es propensa a sangrar y habría que ponerle una medicación que frene ese sangrado», explica Zapata.
El ensayo sobre este tipo de ictus, avalado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), es pionero en el mundo ya que «a los pacientes que tienen un infarto cerebral en una situación aguda de una antiagregación no se les puede administrar clopidrogel vía oral de forma programada porque no pueden tragar», asegura Zapata.
Ese es el motivo por el cual «se va a administrar tirofiban, medicación segura y eficaz», destaca la publicación de https://www.redaccionmedica.com.
Zapata aclara que este ensayo «es fruto de un primer estudio que se ha llevado a cabo en el Virgen del Rocío denominado ‘Resultados clínicos de la trombectomía mecánica en lesiones en tándem de accidentes cerebrovasculares según la ubicación de la oclusión intracraneal'».