La compañía estadounidense Novavax, compartió que aunque su vacuna contra el covid-19 obtuvo una eficacia del 89 por ciento en los ensayos clínicos en Gran Bretaña, se demostró que este valor cayó al 49 por ciento en Sudáfrica, donde la variante B.1.351 ha puesto a prueba la efectividad del fármaco.
Al parecer, la mayoría de las infecciones analizadas por la compañía involucraron a la variante B.1.351, la cual surgió en el país de África austral a finales de 2020 y que ha logrado atravesar varias fronteras, incluso, las de Estados Unidos.
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Otro ejemplo frente a la resistencia a las vacunas que está presentando el SARS-CoV-2, es al medicamento creado por la multinacional Johnson & Johnson, el cual obtuvo un 72 por ciento de efectividad contra la prevención de enfermedades moderadas o graves en Estados Unidos, pero, en América Latina y Sudáfrica estos valores bajaron al 66 por ciento y 57 por ciento , respectivamente.
Estudios citados por Los Ángeles Times, mencionaron que “algunas pruebas de laboratorio habían sugerido que las vacunas autorizadas en Estados Unidos, una de Pfizer y BioNTech, la otra de Moderna y los Institutos Nacionales de Salud, desencadenan una respuesta inmune más pequeña a la variante de Sudáfrica”.
Según el epidemiólogo de Harvard, doctor Michael Mina, “desde una perspectiva biológica evolutiva, esto es totalmente esperado y anticipado”. ¿Entonces, por qué hay tanta sorpresa con esta resistencia a las vacunas que está presentando el covid-19?
Por lo general, se espera a que esta resistencia tome varios años, pero al parecer en este caso, debido a la rápida propagación de la cadena de contagios y de las mutaciones, el virus ha aprendido a defenderse de los medicamentos.
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Aunque las farmacéuticas realizaron varios ensayos para que sus vacunas sean efectivas con la mayoría de cepas, incluso con la del Reino Unido, se ha demostrado que la variante de Sudáfrica hace que la inmunidad de los medicamentos baje un poco.
