Santo Domingo.- Una nueva investigación reveló que evaluar la rigidez de las arterias podría ayudar a identificar a los pacientes con mayor riesgo de morir por COVID-19.
Investigadores de la Universidad de Newcastle (Newcastle, Tyne y Wear, Reino Unido) han demostrado que la velocidad estimada de la onda del pulso (ePWV), un marcador fácilmente disponible de rigidez aórtica, puede ser una adición eficaz para identificar a los pacientes con riesgo de muerte en el hospital debido al virus SARS-CoV-2.
La estratificación precisa del riesgo al ingreso hospitalario de estos pacientes es de suma importancia clínica, ya que es necesaria para guiar las estrategias terapéuticas.
El ePWV es una medida de rigidez arterial que es un predictor independiente de riesgo cardiovascular. Se puede medir de manera simple y no invasiva midiendo las presiones de pulso carotídeo y femoral, con sensores en los tobillos y el cuello, y el tiempo de retraso entre los dos o mediante otros métodos que se basan en el análisis de la onda del pulso.
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El estudio realizado en dos cohortes de pacientes con COVID-19 hospitalizados demostró que el ePWV proporciona una herramienta clínica adicional para refinar la estratificación del riesgo de los pacientes hospitalizados más allá de los factores de riesgo y las puntuaciones establecidos.
Se encontró que la adición del ePWV a los marcadores de predicción clínica o una puntuación de mortalidad validada mejoró el valor pronóstico de la mortalidad hospitalaria y, por lo tanto, podría facilitar las decisiones terapéuticas en la COVID-19 aguda.
El equipo descubrió que el valor pronóstico óptimo del ePWV era 13,0 m/s para predecir la mortalidad hospitalaria. Cuando se comparó la cohorte total de pacientes con COVID-19 con la cohorte de control total, el ePWV aumentó progresivamente en los controles, los sobrevivientes de COVID-19 y los pacientes con COVID-19 que no sobrevivieron después de controlar por edad, sexo, hipertensión y otros factores relevantes. El ePWV fue significativamente mayor en los pacientes con COVID-19 en comparación con sus contrapartes sin COVID-19.
La medida fácilmente disponible de la rigidez arterial cuando se usa además de las herramientas ya recomendadas en la práctica clínica puede facilitar las decisiones terapéuticas en la COVID-19 aguda. El equipo continuará investigando más en esta área para desarrollar la técnica y buscar su validación en la práctica del servicio de salud.
«Nuestros hallazgos sugieren que el aumento de la rigidez aórtica puede servir como un predictor de mortalidad en la infección por COVID-19, lo que refleja un sustituto acumulativo del envejecimiento y el perfil cardiovascular de alto riesgo», dijo el profesor Stellos, profesor de medicina cardiovascular en la Universidad de Newcastle y la Universidad Heidelberg.
Fuente: hospimedicaes