Estudio revela que el coronavirus puede invadir el cerebro

cerebrossssssssssss.jpg

cerebrossssssssssss.jpgSan José.- Según el estudio, dirigido por Akiko Iwasaki, inmunóloga de la Universidad de Yale, el virus puede duplicarse dentro del cerebro y su presencia priva de oxígeno a las células cerebrales cercanas. La frecuencia con que se produce esta situación aún no está clara.

Dolores de cabeza, confusión y delirios experimentados por algunos pacientes con covid-19 podrían ser resultado de una invasión directa del cerebro por el coronavirus, según un estudio publicado este miércoles.

Aunque la investigación aún es preliminar, proporciona nuevas pruebas para apoyar lo que hasta ahora era solo una teoría no demostrada.

Le puede interesar

Odontólogos advierten que lesiones en la boca pueden denotar covid-19

Andrew Josephson, jefe del departamento de neurología de la Universidad de California en San Francisco, elogió las técnicas utilizadas en el estudio, y subrayó que «comprender si existe o no una participación viral directa en el cerebro es extremadamente importante».

Sin embargo, agregó que se mostraría cauteloso hasta que la investigación fuera objeto de una revisión por pares.

No sería del todo sorprendente que el SARS-CoV-2 fuera capaz de penetrar la barrera hematoencefálica, una estructura que rodea los vasos sanguíneos del cerebro y trata de bloquear sustancias extrañas.

La profesora Iwasaki y sus colegas decidieron abordar el problema de tres maneras: infectando minicerebros creados en laboratorio (los llamados organoides cerebrales), infectando ratones y examinando el cerebro de pacientes que murieron de covid-19.

Le puede interesar

Organización Duo invita a charla «Hablemos sobre lo que queda después del suicidio»

En los organoides cerebrales, el equipo descubrió que el virus podía infectar neuronas y luego «piratear» la maquinaria de la célula neuronal para duplicarse. Las células infectadas provocaban la muerte de las células circundantes al privarlas de oxígeno.

Uno de los principales argumentos en contra de la teoría de la invasión cerebral directa fue que el cerebro no posee altos niveles de una proteína llamada ACE2, a la que se adhiere el coronavirus y que se encuentra en abundancia en otros órganos como los pulmones.

Pero el equipo descubrió que los organoides tenían suficiente ACE2 para facilitar la entrada del virus y que las proteínas también estaban presentes en los cerebros de los pacientes fallecidos.