El director ejecutivo del Consejo Nacional para el VIH y el Sida (Conavihsida), Víctor Terrero, pidió a los médicos residentes de las especialidades de ginecología y obstetricia convertirse en pilares de la humanización de los servicios de salud, a fin de cambiar la historia del ejercicio de la medicina en el país.
“La República Dominicana está luchando por cambiar la historia en el ámbito de la salud y es imprescindible contar con la participación de los médicos residentes”, precisó.
Terrero participó en la segunda jornada de formación dirigida a 60 residentes de las maternidades La Altagracia, San Lorenzo de Los Mina y el hospital Maternidad doctora Evangelina Rodríguez Perozo, organizada por Conavihsida y la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), que busca cambiar los parámetros en la atención a las personas con VIH y de poblaciones clave y mejorar los servicios.
“Si vamos a lograr un cambio que sea sostenible en el tiempo, los nuevos especialistas que se forman hoy en día y que son el futuro de la medicina tienen que ser los verdaderos protagonistas”, afirmó.
El funcionario presentó un estudio sobre estigma y discriminación realizado por la consultora Claudia Valdez y el Conavihsida en quince hospitales públicos que da cuenta de que el personal de salud ha tenido un trato discriminatorio en perjuicio de esas poblaciones.
Según el estudio, el 31 por ciento de ese personal prefiere no ofrecer servicios a las personas trans.
“Los pacientes no quieren ponerles las manos a las personas con VIH y prefieren evitar a los pacientes de las poblaciones clave, especialmente a los trans, hombres que tienen sexo con hombres y una gran parte ni siquiera ha recibido entrenamiento para abordar la atención a la epidemia, añadió.
Consideró que ese estudio expone una realidad que debe ser superada con el esfuerzo de todos los actores del sector salud para hacer más efectivas las políticas.
El doctor Víctor Terrero consideró que en la actual etapa de fortalecimiento de la prevención en poblaciones clave el personal de salud está llamado a jugar un papel de primer orden.