Extracción de ARN: el «primer paso» que atrasa las pruebas de Covid-19 hechas en Costa Rica

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laboratorio2-hero.jpgSan José.- El pasado 23 de abril, el Centro Nacional de Innovaciones Biotecnológicas (Cenibiot) anunció que realizaría pruebas de Covid-19 hechas en Costa Rica y que, en un mes, podrían estar presentando el primer avance, sin embargo hasta la fecha no se ha obtenido el resultado.

El test consta de varios pasos, pero justamente el primero es el que ha generado atrasos. En este, los científicos deben descifrar cómo extraer los genes del coronavirus a partir de la muestra tomada de los pacientes.

“El paso de extracción del ARN es a nivel mundial el principal cuello de botella para la detección del virus y para el cual existe una gran presión de demanda. Es un problema actual al que se le dedican grandes esfuerzos”, dijo el científico Randall Loaiza, director del Cenibiot

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Los genes del coronavirus están compuestos de ARN, un tipo de código genético parecido al ADN. Este es como un “manual de instrucciones” para crear el virus.

Para saber si una persona tiene Covid-19, los científicos buscan presencia de estos genes. Loaiza aseguró que este paso es “el principal foco de atención del grupo”, ya que es esencial para poder hacer el diagnóstico.

De acuerdo con el director, el Cenibiot ha intentado extraer los genes utilizando dos técnicas diferentes, sin mayor avance. Ahora, seguirán buscando “ensayos alternativos” para lograr esta tarea.

Algunos estudios sobre el tema coinciden en que la extracción de los genes es el principal cuello de botella. Un estudio sueco incluso sugirió buscar formas de hacer el diagnóstico sin tener que extraer los genes.

“La extracción de ARN es un importante cuello de botella en las pruebas actuales de Covid-19, en términos de cambio, logística, disponibilidad de componentes y costo, lo que retrasa o impide completamente el diagnóstico de Covid-19 en muchos entornos”, asegura el estudio.

Pruebas nacionales

El director del Cenibiot anunció el pasado 23 de abril, durante una conferencia de prensa en Casa Presidencial, que el laboratorio comenzaría a desarrollar sus propias pruebas de Covid-19.

“Nosotros aspiramos a generar los primeros resultados en un plazo aproximado de un mes, por supuesto no estamos lanzando las campanas al vuelo, no es una tarea fácil, pero yo creo que en ese tiempo podemos estar comenzando a reportar algún resultado”, dijo Loaiza en ese momento.

Al día siguiente, no obstante, el mismo Loaiza optó por moderar su mensaje en torno a estas pruebas, e incluso aseguró que “hay varias alternativas disponibles que podamos probar y que alguna funcione bien en Costa Rica. ¿Hay una absoluta certeza? No”.

Las pruebas, sin embargo, despertaron interés a nivel regional. De acuerdo con el director del Cenibiot, tanto el gobierno de Guatemala como el de República Dominicana expresaron su interés en los resultados de las investigaciones.

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“La idea es poder tener la posibilidad de tenerlos a buenos precios y, sobre todo, que seamos capaces de autoabastecernos nosotros. En el mercado, la demanda ha sido tan amplia que a veces cuesta encontrar los diferentes insumos”, dijo el ministro de Salud, Daniel Salas.

Para financiar la primera parte, el Cenibiot aporta $170 mil en especie: poniendo profesionales, equipo, instalaciones, etcétera. Además, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) aportó otros $37.500.

¿Cómo funcionan?

La prueba utiliza una técnica llamada PCR para detectar el coronavirus. En términos generales, esta técnica confirma si hay genes del SARS-CoV-2 (virus que causa el Covid-19) en las muestras.

El nuevo coronavirus es básicamente una bola de material genético (ARN, en este caso) envuelta por un caparazón de proteínas. Cuando una persona se contagia, el virus comienza a reproducir sus genes en las células del cuerpo. La lógica de la prueba es encontrar esos genes.

Esta prueba consiste en tres pasos, según Loaiza. El primero es la extracción de material genético del coronavirus. El segundo es la retrotranscripción; es decir, cambiar las “instrucciones” del virus de ARN (una molécula inestable) a ADN (una molécula más estable). El último es la detección.

La idea sería cumplir estos pasos con materiales alternativos a los del mercado, los cuales tienen una alta demanda. Más bien, se buscaría utilizar materiales con baja demanda y de más fácil acceso.

“Como analogía, si estuviéramos cocinando una sopa, los kits comerciales que utilizamos actualmente son como las sopas instantáneas, no sabemos su composición. La versión del protocolo alternativo es hacer la sopa de cero: agua, verduras, sal, carne, condimento; nuestra propia receta que nos permitirá aumentar la cobertura”, explicó el ministro Salas el pasado 23 de abril.