Metodología:
Los investigadores analizaron los datos de 589 participantes (edad media, 40 años; 53% mujeres) con características de sueño basales y exploraciones de resonancia magnética cerebral del estudio de cohorte prospectivo CARDIA.
Los participantes completaron cuestionarios sobre el sueño que evaluaban la duración, la calidad y las alteraciones del sueño al inicio del estudio y 5 años después; el número de características de sueño deficientes (CSP) se agrupó en 0-1, 2-3 y > 3.
Se incluyeron como covariables la edad, el sexo, la educación y las condiciones de salud de los participantes.
Quince años después se realizó una resonancia magnética cerebral para determinar la edad del cerebro utilizando un enfoque de aprendizaje automático basado en la atrofia relacionada con la edad.
Llevar:
Al inicio del estudio, alrededor del 70 % de los participantes informaron tener entre 0 y 1 CPS, el 22 % informaron tener entre 2 y 3 CPS y el 8 % informaron tener más de 3 CPS.
En comparación con aquellos con 0-1 CPE, después de ajustar los factores de confusión, la edad cerebral fue 1,9 años mayor (IC del 95 %, 0,55-3,18) en aquellos con 2-3 CPE y 3,5 años mayor (IC del 95 %, 1,53-5,56) en aquellos con > 3 CPE.
La mala calidad del sueño, la dificultad para iniciar el sueño, la dificultad para mantener el sueño, el despertar temprano por la mañana y la somnolencia diurna se asociaron con una mayor edad cerebral lo que provoca envejecimiento cerebral acelerado.
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Cuando persistieron durante 5 años, se encontró que estas características estaban asociadas con una edad cerebral mayor de 2,8 años, 3,8 años, 1,8 años, 3,8 años y 2,4 años, respectivamente.
En la práctica:
«Nuestros hallazgos resaltan la importancia de abordar los problemas de sueño más temprano en la vida para preservar la salud del cerebro, lo que incluye mantener un horario de sueño constante, hacer ejercicio, evitar la cafeína y el alcohol antes de acostarse y utilizar técnicas de relajación», dijo la autora Kristine Yaffe, MD, de la Universidad de California en San Francisco, en un comunicado de prensa .
Fuente:
El estudio fue dirigido por la Dra. Clémence Cavaillès, de la Universidad de California en San Francisco. Fue publicado en línea el 23 de octubre en Neurology .
Limitaciones:
Las limitaciones del estudio incluyen su diseño observacional, un posible sesgo de clasificación errónea debido a las mediciones del sueño autoinformadas y la posible influencia de la neuropatología no medida en las mediciones de la edad cerebral. La selectividad de la muestra puede haber limitado la generalización de los hallazgos.
Divulgaciones:
El estudio fue financiado en parte por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento. Los autores no declararon ningún conflicto de intereses relevante.
Este artículo se creó utilizando varias herramientas editoriales, incluida la inteligencia artificial, como parte del proceso. Editores humanos revisaron este contenido antes de su publicación
Fuente: Medscape