Estados Unidos.- Un tratamiento sorprendentemente bueno. Eso es lo que ha presentado el equipo de Andrea Cercek, oncóloga en el «Memorial Sloan Kettering Cancer Center» de Nueva York en el encuentro anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (y en el último número del New Journal England of Medicine).
Los resultados que señalan que el Dostarlimab, un anticuerpo monoclonal que bloquea el receptor de la proteína de muerte celular programada 1 (PD-1), ha mostrado ser capaz de conseguir una respuesta clínica completa en cáncer rectal localmente avanzado con deficiencia de reparación de desajustes.
Le puede interesar:
Cáncer de próstata cerca de convertirse en el más común en hombres
El estudio se ha centrado en un tipo muy concreto de adenocarcinomas rectales (entre el 5 y el 10%) que están causados por una deficiencia en la reparación de desajustes.
Lo que ocurre en estos casos es que los pacientes tienen ciertas mutaciones en un grupo específico de genes encargados de varios procesos de reparación del ADN de las células. Sin esos procesos de reparación los fallos se van acumulando y eso produce el crecimiento de pólipos y tumores a una edad bastante temprana.
Además, por si no fuera suficiente con ello, se ha demostrado que estos tumores responden mal a los regímenes de quimioterapia estándar, incluidos los procedimientos más avanzados.
Dándole vueltas al problema, Andrea Cercek y su equipo se dieron cuenta de que, en otros cánceres colorrectales (tanto metastásicos como refractarios al tratamiento), el bloqueo de puntos de control inmunitarios por sí solo es muy eficaz. Hablamos de tasas de respuesta objetiva que oscilan entre un 33 y un 55%, y una supervivencia general prolongada. Sobre esa base, tuvieron una idea.
«Planteamos la hipótesis de que el bloqueo de la muerte programada 1 (PD-1) con un solo agente podría ser beneficioso en el cáncer de recto localmente avanzado y deficiente en la reparación de errores de emparejamiento». Ahí fue donde entró el dostarlimab. Durante seis meses se administró este tratamiento en pacientes con adenocarcinoma rectal en etapa II o III. El resultado ha sido impresionante.