Santo Domingo.- La enfermedad causada por SARS-CoV-2 ha tenido un impacto profundo en la salud global, resultando en un aumento de la mortalidad y la morbilidad de manera generalizada.
El síndrome pos-COVID-19 agudo puede manifestarse con secuelas en casi todos los órganos y sistemas. Resultan particularmente interesantes las secuelas a nivel musculoesquelético, en donde recientemente se ha descrito la presencia de un síndrome de dolor generalizado similar a la fibromialgia.
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Según información publicada en https://espanol.medscape.com/ un grupo de investigadores italianos estudió pacientes que habían presentado COVID-19 y que persistían con sintomatología musculoesquelética. Se diseñó un cuestionario web con los criterios de American College of Rheumatology Convergence (ACR) de 2010 modificados para ser una herramienta autoadministrable, donde también incorporaron distintas escalas para medir síntomas de fibromialgia (Fibromyalgia Symptom Scale y el Fibromyalgia Impact Questionnaire).
Sumado a esto, los investigadores recabaron información demográfica, comorbilidades y otros datos clínicos relevantes.
Este cuestionario fue aplicado a adultos con antecedente confirmado de COVID-19 en los últimos 3 meses o antes, previo al reclutamiento. Ninguno de estos pacientes tenía antecedentes de dolor musculoesquelético crónico ni contaba con el diagnóstico de fibromialgia.
Se reclutaron 616 pacientes que contestaron esta herramienta web siendo las comorbilidades más prevalentes ansiedad, obesidad , hipertensión arterial y enfermedades pulmonares crónicas, entre otras. Mientras que se reportó que 189 pacientes cumplieron con criterios de clasificación para fibromialgia.
Al realizar un análisis multivariado, los autores encontraron que el sexo masculino y la obesidad eran factores de riesgo para presentar fibromialgia.
Cabe destacar que estos factores de riesgo también se asociaron con mayor gravedad de la COVID-19 en su fase aguda, por lo que los autores señalan que es posible que la enfermedad aguda sea el verdadero factor de riesgo para el desarrollo del dolor crónico generalizado.
Aunque no se ha esclarecido el mecanismo por el cual la COVID-19 podría desencadenar la aparición de fibromialgia, existe evidencia que sugiere que el daño vascular o neuromuscular inducido por la infección viral podría ser un mecanismo desencadenante.