La descripción y conteo de las diversas clases de células que se encuentran en la sangre es una prueba rutinaria de laboratorio. Ante el azote de enfermedades virales como el dengue, chikungunya y Zika, el hemograma es una fase vital para registrar el diagnóstico, supervisarlo y a partir de ahí aplicar un adecuado tratamiento clínico.
Así estableció Kenneth Wikner, gerente de Marketing de Boule Medical AB, empresa especializada en proveer Sistemas de Hematología.
“Para pacientes que están cursando un cuadro de dengue es importante realizarles un análisis de sangre denominado hemograma. A través de este estudio se puede detectar la plaquetopenia (disminución de plaquetas en sangre) característica de esta enfermedad”, explicó Wikner.
Tanto el dengue como la chikungunya y el Zika, son transmitidas por el mosquito Aedes Aegypti. Los tres virus comparten técnicas de laboratorio para establecer diagnóstico y posterior tratamiento.
Durante II Encuentro de Profesionales del Laboratorio Clínico, organizado por la empresa Cruz Ayala, hizo énfasis en la relevancia de esta prueba de rutina para evaluar tres tipos principales de células sanguíneas: glóbulos rojos, glóbulos blancos y las plaquetas.
Argumentó que la sangre es un líquido que siempre está en movimiento y un correcto protocolo de análisis permite revelar la enfermedad del individuo para construir un diagnostico especializado y eficaz.
En el encuentro de los laboratorios clínicos, Máximo Cruz Ayala, gerente general de la empresa Cruz Ayala, informó que esa firma ha incrementado sus ventas en 22 por ciento en el mercado dominicano, gracias a la inclusión de nuevas líneas de alta calidad y con servicio óptiimo a sus clientes.
La firma fue fundada en el año 1985 por Máximo Rafael Cruz-Ayala y María López de Cruz-Ayala.
Boule Medical AB es proveedora de productos para hematología en distintos mercados, tanto para uso humano como diagnóstico veterinario. Sus sistemas se comercializan en más de 100 países, donde abastecen tanto a clínicas, hospitales, como laboratorios y bancos de sangre.
Por Pedro Angel