El doctor Rafael Montero, docente e investigador de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y experto en gerencia de servicios de salud y seguridad social, analiza la situación para buscar una posible solución a la pandemia del Covid-19.
Les dejamos el artículo:
Se están completando 31 días desde que se hizo pública la aparición del primer caso de paciente infectado con el COVID19, que era importado, y a partir de ahí comenzamos a ver un aumento importante de casos a partir el día 16 de marzo, durante los días previos y desde que se produjo la alerta mundial por la Organización Mundial de la Salud desde el Ministerio y con el acompañamiento de la Oficina Panamericana de la Salud se estuvo preparando la respuesta a la epidemia que se nos venía encima, que técnicamente se ha dividido en cuatro fases.
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Actualmente el país está en fase cuatro, es decir que ya tenemos lo que se ha llamado circulación comunitaria, que son los casos que se han infectado por una persona que a su vez es positivo por contagio de otro infectado que no ha estado de viaje, ni en contacto con viajeros infectados.
Insistentemente en las ruedas de prensa que diariamente el Ministerio ofrece se hace referencia al caso de la provincia Duarte enfatizando que el resultado de la epidemia es porque hay circulación comunitaria, lo que parece ser un sesgo del manejo de la información, pues tenemos circulación comunitaria a nivel nacional, con excepción de algunas provincias que todavía no reportan, no significa necesariamente que no tenga casos.
La mayor frecuencia de casos se ha reportado en el Distrito Nacional y las provincias Duarte y Santiago, según el boletín especial No 12.
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El momento en que esta el país se requiere hacer una revisión de las intervenciones que hasta la fecha se han implementado, en el campo sanitario, y repensar en función de algunas estimaciones, que aun con el sesgo de información que existe se pueden establecer.
Desde que se pasó a la fase tres de la epidemia el gobierno creó una comisión de alto nivel, cuyos voceros son el Ministro de Salud Pública y el ministro de la Presidencia, quien la encabeza y desde ahí se han estado tomando medidas en el ámbito sanitario, social y económico que no desglosare aquí, pues son harto conocidas.
Sin embargo pasados los días y llegando al fin de algunas de ellas se hace necesario evaluar y repensar las que se deben mantener y las que se deben reorientar, pues no se vislumbra una disminución del número de casos, algunas estimaciones sitúan el pico de la epidemia a mediados de abril y algunos a mediados de mayo, dependiendo del Ritmo Básico Reproductivo (RO) que utilicen.
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Esto es el número promedio de casos nuevos que genera un caso dado a lo largo de un periodo de infección. Cuando este índice es mayor de 1, la infección puede llegar a propagare ampliamente en la población.
Hasta la fecha y en países que tienen más tiempo que República Dominicana enfrentando la epidemia y que han sido más “exitosos” en la contención de la infección son aquellos que han priorizado la realización de pruebas, que no es caso del país, si hay una acción que ha demostrado ser ineficiente en la lucha contra la epidemia es justamente que la población, siguiendo unos criterios epidemiológicos, tenga acceso a la prueba, cuando aún estábamos en fase dos escuche decir que el país recibiría una donación de 2000 pruebas, hoy en la fase cuatro y apenas ayer día 30 de marzo sale la resolución del sistema de seguridad social que le cubrirá la prueba a todos los pacientes que califiquen sean o no afiliados.
Ya veremos todas las quejas que se van a producir.
En este aspecto de masificación de la prueba, se tendría que haber valorado, que han hecho países como Alemania, Japón, Singapur, Corea del Sur y el pueblito italiano VoEuganeo, si vemos los datos del curso de la epidemia en estos países observaremos que la diferencia ha sido la masificación de la prueba, sin mucha burocracia y porque digo esto pues al ver la resolución administrativa No. 00229-2020 que emitió la Superentendía de Salud y Riesgos Labores observo que seguirán habiendo muchos limitaciones de acceso y se ha seguido transfiriendo la posibilidad de la realización de la prueba a los ciudadanos.
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Porque es tan importante la realización masiva de la prueba para controlar la expansión de la epidemia, pues esta afección tiene un 20% aproximadamente que son positivos y no presentan signos y síntomas y otros que son positivos y se mantienen asintomáticos durante un cierto periodo pero siguen transmitiendo.
De manera pues que si de verdad se quiere avanzar en la disminución de la transmisión debemos repensar como masificar las pruebas; conversando con mi amiga y compañera de estudios universitarios y de maestría la Dra. Elizabeth Gómez, ella sugiere que hay que reorientar la forma en que se están presentando los datos de forma que permitan ir monitoreando la evolución en el tiempo de la epidemia, la distribución geográfica y las fechas de ocurrencia de los casos para valorar el ritmo de la infección, con lo cual asiento y además se deben dotar de más recursos a las direcciones provinciales y quien sabe porque no usamos las visitas domiciliarias en los lugares donde funcionas las unidades de atención primaria para ir detectando los posibles casos y tomar las medidas epidemiológicas.
Por el doctor Rafael Montero
