Parece que, antes de clavar la daga, el gobierno decidió entregarle un anzuelo con cianuro a los médicos. Sin algazara alguna. Y lo hicieron por la boca más estruendosa, le informaron al presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD) que la reforma fiscal entrañará un comprometido aumento para los galenos al servicio del Estado.
Con cautela, el CMD y su presidente, el combativo Waldo Suero, circularon un comunicado con el bondadoso anuncio de lo que –dijeron- prometió el presidente Luis Abinader.
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Pero más allá del comunicado gremial, el fantasma acecha en la oscuridad de la noche, como la promiscua mujer que acecha los viandantes tras las juergas. Quizás no sea lo que se pinta. O, en todo caso, se beneficiarán sólo los médicos en nómina estatal.
En el proyecto de reforma ha salido a relucir que los galenos tendrán un respirador artificial: los servicios médicos prestados por profesionales o instituciones autorizadas por el Ministerio de Salud estarán libres de impuestos. Es un bajadero para amortiguar el 5 por ciento más del tributo para personas física, que pasará del 10 al 15.
La razón es más poderosa que los buenos augurios. Los médicos serán de los más afectados por la reforma fiscal. A saber: se le aumentará de un 10 al 15 por ciento la tributación como persona física, lo que aumentará la presión en sus ya exiguas finanzas comprometidas con pagos de alquileres, inversiones en equipos y espacios financiados con préstamos bancarios.
Además, reciben la daga de otros gravámenes, como ITEBIS, Selectivo al Consumo, a las telecomunicaciones y algunos que otros ocultos por ahí.
Esto podría provocar un aumento en los costos de las consultas más allá del pago de las diferencias y las coberturas de la Aseguradoras de Riesgos de Salud (ARS). A alguien habrá que cargarle la sed oficial, diría alguno.
Hay cosas que no sabe la gente. Por ejemplo, los médicos deben facturar como persona física a las clínicas privadas en las cuales ofrecen sus servicios de procedimientos, seguimiento a pacientes internos y otros. Todo con el 10 por ciento que grava a personas físicas. Además, ya son heridos por otros provenientes de lo que deben facturar a las ARS.
En fin, no les viene bien a los galenos el aumento del 10 al 15 por ciento como persona física, como no le viene a nadie.