Redacción.- Los casos de una infección bacteriana peligrosa y altamente mortal han alcanzado niveles récord en Japón, según muestran las cifras oficiales, sin que los expertos puedan hasta ahora precisar la razón del aumento.
Hasta el 2 de junio, el Ministerio de Salud de Japón había registrado 977 casos de síndrome de shock tóxico estreptocócico (STSS), que tiene una tasa de mortalidad de hasta el 30%. Unas 77 personas han fallecido a causa de la infección entre enero y marzo, las últimas cifras disponibles.
El brote en curso en Japón ya ha superado el récord anterior del año pasado de 941 infecciones preliminares, el más alto desde que comenzaron las estadísticas en 1999. El Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de Japón informó de 97 muertes debidas al STSS el año pasado, el segundo mayor número de víctimas mortales de los últimos seis años.
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Sobre el STSS
El STSS es una infección bacteriana rara pero grave que puede desarrollarse cuando las bacterias se extienden a los tejidos profundos y al torrente sanguíneo. Al principio, los pacientes sufren fiebre, dolor muscular y vómitos, pero los síntomas pueden convertirse rápidamente en potencialmente mortales, con hipotensión arterial, hinchazón y fallo multiorgánico a medida que el organismo entra en shock.
La mayoría de los casos de STSS están causados por la bacteria estreptococo del grupo A (GAS), que produce principalmente fiebre e infecciones de garganta en los niños. En raras circunstancias, el estreptococo A puede convertirse en invasor cuando la bacteria produce una toxina que le permite acceder al torrente sanguíneo, causando enfermedades graves como el shock tóxico.
El estreptococo A también puede causar fascitis necrotizante «carnívora», que puede provocar la pérdida de extremidades. Sin embargo, la mayoría de los pacientes que contraen esa enfermedad tienen otros factores de salud que pueden disminuir la capacidad de su organismo para combatir infecciones, como cáncer o diabetes, según los CDC.
Las infecciones invasivas por estreptococos del grupo A se frenaron en gran medida gracias a los controles contra el covid-19, como el uso de mascarillas y el distanciamiento social, pero tras la relajación de esas medidas muchos países notificaron un aumento de los casos.