La corporación estadounidense Johnson & Johnson contribuyó a crear una mortal crisis de adicción a los opioides en Estados Unidos que se ha convertido en la peor epidemia de drogas en la historia de ese país, según dictaminó un juez de Oklahoma en el primer fallo de su clase contra la industria farmacéutica.
En detalle, la empresa deberá pagar a ese estado una compensación de 572 millones de dólares tras ser encontrada culpable de exagerar los beneficios de los fármacos derivados del opio y minimizar intencionalmente sus peligros a través de «mercadeo engañoso».
Johnson & Johnson junto con Janssen, su empresa subsidiaria, «causaron la crisis de opioides que se evidencia en el aumento de los índices de adicción, muertes por sobredosis y síndrome de abstinencia neonatal», indicó el juez Thad Balkman durante el fallo.
La subestimación de los riesgos de esos analgésicos llevó a «el peor perjuicio público provocado por el hombre que ha visto [Oklahoma]», declaró por su parte el fiscal Mike Hunter, afirmando que la corporación obtuvo sus beneficios «por codicia y a expensas del dolor y sufrimiento de personas inocentes».
Este histórico juicio, iniciado a finales de mayo, es el primero de más de 2.000 procesos judiciales que enfrentan varias farmacéuticas por el mismo motivo, y corresponde a una victoria inicial para los afectados por la epidemia. Sin embargo, la multa es solo una fracción de los 17.000 millones de dólares que los fiscales habían solicitado inicialmente como compensación.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., en el año 2017, los opioides, incluidos los analgésicos recetados y la heroína, provocaron la muerte de 47.600 personas por sobredosis en el país norteamericano.
Según Hunter, en Oklahoma se registran unos 6.000 fallecimientos de esta clase desde el 2000.Por su parte, desde Johnson & Johnson señalaron que van a apelar el fallo y sostuvieron que no se consideran culpables de la epidemia de opiáceos, argumentando que sus fármacos fueron aprobados por reguladores federales y no fueron ligados directamente a ninguna muerte en ese estado.
«Janssen no causó la crisis de los opioides en Oklahoma, y ni los hechos ni la ley respaldan este veredicto. Reconocemos que la crisis de los opioides es un problema de salud pública tremendamente complejo y sentimos una gran compasión por todos los afectados», cita CNBC un comunicado del consejero general de Johnson & Johnson, Michael Ullman.
Sin embargo, el fallo de 42 páginas señala a la corporación por promover en consultorios médicos —mediante panfletos, cupones y otros materiales impresos— «el concepto de que el dolor crónico no es tratado lo suficiente (lo que crea un problema) y que el aumento de la prescripción de opioides era la solución».
La sentencia añade que Johnson & Johnson, además de ignorar advertencias sobre los agresivos métodos de mercadeo de su medicamento Duragesic —basado en el fentanilo—, realizó «pagos sustanciales de dinero a varios grupos y organizaciones de defensa del dolor que influyeron en los médicos».
Según trascendió, alrededor de 18 millones de recetas de opioides fueron emitidas en Oklahoma —un estado de menos de 4 millones de habitantes— entre 2015 y 2018.