Las
recientes demandas que se han presentado contra médicos en República Dominicana, ha obligado a estos profesionales trabajar estrechamente con el área jurídica de las sociedades médicas, a fin de establecer normas claras entre el médico y el paciente al momento de requerir de servicios de salud.
Explica Landrón que el consentimiento informado realmente es una herramienta obligatoria e imprescindible en cada procedimiento quirúrgico. Ella debe establecer una relación médico paciente.
“El médico debe explicarle todos los pormenores a cada paciente lo que le va a realizar, además de explicarle con lujo de detalles, y como muestra estadística, las posibles complicaciones que se pueden presentar, así como los porcientos de cada una de estas eventualidades o complicaciones”, resalta Landrón.
Indica que “si bien es cierto que el consentimiento informado no excluye de una demanda médica, no podemos negar que es un acuerdo que se da entre el médico y el paciente con la finalidad de que se le pueda realizar un procedimiento quirúrgico, en el caso nuestro, que somos cirujanos ortopedas”.
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“Nosotros, como Sociedad Dominicana de Ortopedia, consideramos que está venía siendo una de las debilidades más grande de los consentimientos informados, hemos logrado tener con la firma de abogados que nos asisten, un consentimiento informado para cada tipo de intervención quirúrgica o de procedimiento quirúrgico, y además para cada paciente en particular, tomando en consideración los riesgos, el área del cuerpo que se va a intervenir y todas las complicaciones, además de la edad y los datos mórbidos conocidos del paciente”, detalla el entrevistado.
Asegura que “con este instrumento de cada procedimiento que se realiza, nosotros garantizamos que no se deje ningún tipo de arista suelta de lo que anteriormente existía, que era un consentimiento informado universal donde por más datos que recogiera, lamentablemente se quedaban siempre algunas especificaciones del procedimiento quirúrgico en cuestión, porque tanto lo usaban para ginecología como para cirugía general, como para urología, ortopedia, incluso, solo para procedimiento de diferentes áreas, sino también dentro de la misma especialidad”.
En su explicación, Landrón describe que “no es lo mismo ni conlleva los mismos riesgos una cirugía de hombros que una cirugía de cadera; no conllevan los mismos riesgos ni tampoco las diferentes especificaciones que debe tener un consentimiento informado en una cirugía de columna a una cirugía de un dedo de un pie, por poner algunos de los ejemplos. No es lo mismo un consentimiento informado para una cirugía de mano en un artista, en un pintor, o en un médico, o en un cirujano, o en una persona que haga labores de manualidades, a una cirugía en una pierna, en una tibia, a una persona que tiene una vida sedentaria”.
Los médicos solucionan esto, teniendo un consentimiento informado para cada tipo de procedimiento, y así lo tiene cada cirujano ortopeda a disposición, que es una facilidad que dio la Sociedad Dominicana de Ortopedia a todos sus miembros activos y a lo cual invitan a todas las demás sociedades médicas especializadas, a tener un equipo de asesores jurídicos, y conjuntamente con ello, a hacer un consentimiento informado por cada uno de los procedimientos quirúrgicos que realizan, con todas las especificaciones que se contemplan en el consentimiento informado, para que cuando se produzca una demanda, ahí se recogerán las especificaciones que el médico le explicó al paciente y que esa relación entre ambas partes, existió al más alto nivel.
Por Héctor García
