La bioética no dice nada

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Dr.-Miguel-Suazo-324x235.jpgCuando cursaba la especialidad en bioética estuve muy atento y preocupado porque no alcanzaba a ver la posición de esta disciplina sobre los casos emergentes. Yo pensaba que a cada caso había una respuesta desde la bioética y tuve varias sorpresas. 

La bioética no es exclusividad de la medicina sino un espacio deliberativo en la defensa de la vida y los derechos humanos, ofrece fundamentos y exige de argumentaciones, no tiene propuestas dogmáticas ni deontológicas inmutables, admite el debate entre todas las posiciones reclamando el respeto a la diversidad, frente a los hechos, al mundo de los valores que le acompañan.

Por tanto, su premisa básica es el reconocimiento de los hechos para poder deliberar y conocer las posibles salidas que se plantean desde las distintas esquinas que se confrontan.

Por ejemplo, un hecho trascendente es el embarazo, un gran debate es proponer argumentos desde cuando se entiende que el producto de la concepción es persona, el debate bioético sirve de escenario al mundo religioso que con argumentos propios la ubica en el momento mismo de la concepción, desde el mundo laico algunos la ubican en el momento en que se desarrolla el sistema cardiovascular, o el neurológico, o el disco germinativo trilaminar, entre otros.

Si en New York normaron permitiendo la interrupción del embarazo hasta el momento anterior al parto, es un indicador de que la bioética debe abrir el debate y los participantes dar razones para rebatir o aprobar esta propuesta.

Sin dudas, cada uno de los argumentos tiene una tradición formativa que los respalda; y el debate deliberativo sirve para crear escenarios de diálogo, sin intención de concluir en consensos sino de crecer en fundamentos.

Ahí finalmente aprendí algo consustancial a la bioética: No dice nada. No tiene propuestas propias. Dicen los deliberantes desde su mundo axiológico.

La evolución de los hechos, los cambios sociales y políticos fueron confrontando y generando nuevas situaciones y el concepto de que la bioética es laica y no dice nada encontró respuestas con el surgimiento de propuestas de bioéticas religiosas, que lógicamente tienen propuestas concretas al mundo de los hechos, así también con el nacimiento de la propuesta de una bioética intervencionista que responde a la visión anglosajona predominante desde el principalísimo y dice que hay que actuar desde esa arista.

Sin duda, las cosas han cambiado pero no la esencia, pues surgirán los planteos dependiendo desde donde se ubique cada quien y volvemos al escenario original, se encontrarán las posiciones ante los hechos emergentes, cada quien propone salidas desde el dogma religioso, desde el pensamiento laico o desde las posiciones políticas, pero basados en el respeto a las mismas y la clara oposición a la imposición de uno de ellos en nombre de la verdad absoluta… por tanto, la bioética no dice nada.

Terminaba la década de los 90 cuando visitó al país el hoy fenecido y siempre recordado Javier Gafo, sacerdote jesuita, biólogo y teólogo moral, dictó una conferencia en una universidad local donde presentaba los alcances de esta disciplina, poco conocida entonces. Recuerdo que en la tanda de preguntas una religiosa le preguntó con entusiasmo y ávida de recibir una respuesta positiva: “padre, entonces podemos decir que la bioética es católica y no olvido su respuesta precisa: “No hermana, la bioética es secular, el religioso soy yo.”

Dr. Miguel Suazo

Consultor en bioética, ética pública y educación sexual