Santo Domingo.- La República Dominicana en su camino de fortalecer su competitividad como destino de turismo médico tiene un futuro prometedor, sin embargo enfrenta diversos retos.
Según diversos expertos, ninguno tan importante como lograr «la deseada cultura de calidad y seguridad en el sector salud».
Los dominicanos han probado al mundo su resiliencia ante la pandemia del Covid-19, la recuperación turística y económica y su espíritu emprendedor con el inicio de diversos centros de salud acreditándose internacionalmente, de la mano de nuevos proyectos de turismo médico.
El sector financiero y mercado de capitales comienza a apostar de manera decidida a este nicho de mercado, pero resulta evidente requerimos diseñar estrategias para afrontar la escasez de recursos humanos, fuga de cerebros y la necesidad de un verdadero enfoque y plan público-privado de garantías de calidad en la oferta de salud.
Esto precisamente fueron temas medulares y planteamientos durante el 6to. Congreso Internacional de Turismo de Salud y Bienestar, actividad organizada por la Asociación Dominicana de Turismo de Salud y AF Comunicación Estratégica.
En el simposio, considerado principal evento del sector en Centroamérica y el Caribe, se realizó un panel titulado «Normativas Locales y Acreditaciones Internacionales Como Apoyo para Crear una Cultura de Calidad».
El interesante conversatorio fue moderado por Lorenzo Ramírez, director ejecutivo del Instituto Dominicano para la Calidad (Indocal) y tuvo como panelistas al doctor Antonio Acosta-Rua, CEO de Health Choices International y directivo de Accreditation Commission for Health Care, al licenciado Bill Cook, director de desarrollo de negocios y marketing de Global Healthcare Accreditation; el doctor Juan Gerardo Mesa, director de Habilitación y Acreditaciones del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social y su colega Gastón Gabin, CEO de CEMDOE.
Este panel de expertos multidisciplinario debatió sobre la importancia de las normas locales de habilitación como «punto de partida indispensable», de la mano del seguimiento a los protocolos y guías clínicas, verificación constante de que los profesionales deben ser parte de su colegio médico y de odontólogos y sus respectivas sociedades especializadas, realizando procesos de re certificación y actualización constantes.
Resaltaron también que se debe identificar, denunciar y someter las prácticas de intrusismo y centros que operan de manera clandestina, que ponen en peligro la vida de pacientes y desafían las regulaciones del sector.
Coincidieron en la relevancia de la iniciativa de sello de calidad local del INDOCAL, concluyendo como actividades cruciales fomentar programas de control de infecciones, seguridad vial y acreditaciones internacionales, como parte fundamental para crear una cultura de calidad y atención centrada en el paciente y su familia.