Muchos padres enfrentan preocupaciones en el hogar por el comportamiento de algún hijo que, constantemente, está distraído o se le olvidan con frecuencia las cosas. Presenta problemas para seguir instrucciones y, por lo general, tiene dificultades para terminar las tareas escolares y los quehaceres domésticos. Pierde juguetes, libros y útiles escolares con mucha regularidad. Cambia rápidamente de una actividad a otra, es impaciente y tiene inconvenientes para controlar sus emociones.
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Pareciera que solo se trata de un niño travieso y distraído, pero ocurre que nada se logra al insistir en las instrucciones, cada vez más severas, y correctivos que no logran ningún objetivo, generando conflictividad en las relaciones familiares. Podría ser un caso en el que el pequeño presenta déficit de atención.
Cuando los padres acuden al pediatra, este profesional debería estar en condiciones de hacer estudios en el pequeño que lo lleven a determinar que no se trata de un malcriado irreverente, flojo o disperso, sino que podría presumir que el pequeño está presentando un déficit de atención.
Es entonces, cuando el pediatra, con la total intención de apoyar a la familia, le puede indicar un estudio llamado Espectroscopia por Resonancia Magnética.
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La afirmación la hizo Arturo Alvarado Pisani, doctor en Ciencias Fisiológicas y Médicas, mención bioquímica con postdoctorado en bioquímica cerebral y espectroscopia. Tiene una maestría en Farmacología, parte del Centro Diagnóstico Docente, CDD Las Mercedes, que dirige Wilson Mourad, médico cirujano, especialista en vías digestivas.
¿Qué ocurre en el cerebro del pequeño cuando presenta déficit de atención?
Hay patrones de aminoácidos esenciales en el organismo que deben estar dentro de un rango de valores que hemos establecido durante los últimos 20 años (equivalencias para el cerebro). Por debajo de esos valores, el pequeño va a presentar dificultades y la tarea es llevarlos a los niveles referenciales. (Normales).
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En los niños con déficit de atención se observan deficiencias de ácidos grasos poliinsaturados (Omega 3, 6 y 9) y ello se debe, fundamentalmente, a problemas nutricionales porque no consumen pescado, bien sea por lo elevado de su costo o porque al niño no le gusta.
Entonces, lo que ingiere son ácidos grasos saturados que el cerebro metaboliza de una manera distinta, lo cual redunda en un intercambio de nutrientes en las neuronas del lóbulo frontal de manera deficiente, ocasionando una merma en el rendimiento escolar por distracción, falta de atención y ausencia de interés, el cual se refleja en la disminución de las notas o en la prosecución académica.
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“Hay que indagar también, -sostuvo Alvarado Pisani- si los progenitores tuvieron problemas de atención o de escolaridad. En ocasiones, los padres de estos pequeños presentaron una situación similar. El tema es que antes no se hacía el diagnóstico”.
La espectroscopia como opción de estudio cerebral
Alvarado Pisani es el encargado de realizar el estudio de espectroscopia por resonancia magnética, una técnica no invasiva de estudio neuroquímico del cerebro en vivo. Es una aplicación de la RM para estudiar el metabolismo del cerebro.
“Es el análisis de los diferentes metabolitos y neurotransmisores, -dijo el experto-, cualquier molécula utilizada, capaz o producida durante el metabolismo.
Una vez diagnosticado el paciente
Alvarado Pisani indicó que se hace un informe, en el cual se especifican recomendaciones para que los médicos especialistas puedan escoger, basados en la evidencia, el mejor tratamiento para su paciente, disminuyendo la probabilidad de falta de respuesta al paciente.
No obstante aclaró que los resultados de la espectroscopia no conducen a omitir el tratamiento farmacológico clásico. “Lo que ocurre es que los precitados resultados conducen a proponer una serie de modificaciones en el ambiente bioquímico de las neuronas que permiten que, al optimizar su sistema externo, la respuesta farmacológica sea llevada a una expresión optimizada”. Reiteró que el fundamento del tratamiento es la modificación de los elementos químicos que pueden estar deficientes en el cerebro del pequeño.
Si bien es cierto que esta tecnología es poco conocida en el país y se presenta como un estudio de última generación para el análisis del metabolismo del cerebro, no menos cierto es que los protocolos, que el doctor Arturo Alvarado Pisani ha desarrollado durante 20 años de investigación, están en concordancia con los consensos internacionales.
El último consenso fue en 2014, de la Sociedad Norteamericana de Radiología. Venezuela sigue las pautas de esta institución.
“También pudiera estar en correspondencia con las pautas de la Sociedad Internacional de Resonancia Magnética en Medicina. Habría que seguir a estas instituciones porque de lo contrario, los resultados no serían comparables. Es fundamental el código universal”.