Redacción.- En los últimos años, distintas drogas antes asociadas únicamente a un uso recreativo han mostrado su potencial para tratar problemas graves de salud mental, como la depresión.
La ketamina es un ejemplo de ello. Numerosos estudios han demostrado sus efectos positivos en casos de depresión severa y derivados de la sustancia ya se emplean en las unidades de psiquiatría.
Generalmente, la administración de este fármaco se realiza vía intravenosa o a través de un espray nasal. Pero también la vía oral podría ser pronto una alternativa, a juzgar por los resultados de una investigación en fase 2 que señala que la formulación en pastillas de la ketamina es eficaz, segura y bien tolerada en pacientes con depresión resistente a otros fármacos. En comparación con otras presentaciones, la administración oral reduce los efectos adversos asociados al fármaco, como disociación mental o taquicardia. Los resultados del trabajo se publican en el último número de Nature Medicine.
Le puede interesar: ¿Qué es la ketamina y por qué su uso no médico es tan peligroso?
«Este novedoso estudio subraya aún más el impresionante efecto antidepresivo de la ketamina, pero en la forma mucho más cómoda y aceptable de un comprimido de liberación lenta», ha señalado Paul Keedwell, psiquiatra y miembro del Real Colegio de Psiquiatras de Reino Unido en declaraciones a Science Media Centre.
En el estudio, «más del 70 % de los pacientes depresivos que no habían mejorado con una media de más de cuatro antidepresivos diferentes respondieron a la ketamina oral y más del 50% remitieron por completo, señala el psiquiatra, quien añade que, además, los investigadores también demostraron una importante ventaja de la ketamina oral: «que los efectos secundarios no se diferenciaban significativamente del placebo. En otras palabras, un comprimido de ketamina, a diferencia de una infusión, se tolera bien. Esto concuerda con investigaciones anteriores», indica.
Lo que aborda el estudio
«El estudio abordó la espinosa cuestión de mantener la mejoría tras la respuesta inicial. Sus resultados sugieren que a muchos les seguirá yendo bien con un tratamiento a más largo plazo, siempre que se utilicen dosis más altas, pero se necesita más investigación con un mayor número de pacientes», advierte el investigador. «Un posible inconveniente de tomar ketamina por vía oral es que es probable que existan grandes diferencias individuales en la absorción y el metabolismo, por lo que es necesario seguir investigando para determinar el régimen de dosificación ideal», aclara.
Los investigadores, dirigidos por Paul Glue, de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda) diseñaron un ensayo para evaluar la seguridad y la eficacia de una nueva formulación oral del fármaco, que se administraba mediante un comprimido -denominado R-107. Esta presentación, señalan, permite que el fármaco llegue de una forma más lenta al torrente sanguíneo.
En una primera fase del estudio, 231 pacientes con depresión resistente a los tratamientos recibieron 120 mg del fármaco durante cinco días con el objetivo de identificar a aquellos que respondían a sus efectos.
Un total de 168 pacientes pasaron a la segunda fase del ensayo, en la que fueron divididos para o bien continuar tomando la ketamina (en una dosis de 180 mg) o bien para recibir un placebo.