Cómo mejorar la etapa premenopáusica

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Cada edad de la mujer tiene sus características propias. En cada período ocurren cambios que van conformando su personalidad, su percepción de la vida, sus estados de ánimo y dolencias.

Estos cambios pueden ser atendidos a tiempo y su médico ginecólogo puede ayudarla a superar ciertos episodios que molestan a la mujer premenopáusica.

Así lo afirmó el doctor Jorge Orta, cirujano, egresado de la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado con postgrado en ginecología-infertilidad en la Cruz Roja.

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El ginecólogo del Centro Diagnostico Docente, CDD Las Mercedes, en Caracas, se ha enfocado en la obtención de nuevas tecnologías para liderar en Venezuela y América Latina, por lo que aseguró que desde su punto de vista, a partir de los 40 años en la mujer puede disminuir la frecuencia de las ovulaciones.

Agregó que podría comenzar un período de deterioro progresivo de la función ovárica, llamada climaterio. Esta etapa puede durar hasta 20 años, siendo la característica fundamental un agotamiento de las células reproductoras (ovocitos) en el ovario con la consiguiente disminución de estrógenos.

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“Cada mujer tendrá un climaterio diferente, según su constitución endocrina. Muchos de sus síntomas son de carácter psicógeno o psicosomático”.

Refirió que se han realizado estudios que así lo demuestran y al colocarlas en tratamiento con placebo, algunos indicios desaparecen, mientras que otros continúan, demostrando la subjetividad de los síntomas.

Entre las señales más frecuentes, citó sofocones, sudoración nocturna, hipertensión, cardiopatías, osteopenia, osteoporosis, artrosis, obesidad, dislipidemia (colesterol y triglicéridos altos), dispepsia (trastorno de la digestión que aparece después de las comidas y cuyos síntomas pueden ser nauseas, pesadez, dolor de estomago, ardor y flatulencia), entre otros.

Mientras tanto, para la mujer menopáusica. Es decir, que le ha ocurrido el cese permanente de la menstruación debido a la perdida de la función ovárica folicular, la situación es otra. “Su diagnostico es retrospectivo después de 12 meses consecutivos de amenorrea secundaria, la cual puede ser natural o inducida (radioterapia, quimioterapia o cirugía)”.

Sostuvo que este período se caracteriza por la presencia de un conjunto de síntomas que comienzan en una etapa temprana con irregularidad menstrual.

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“Los síntomas vasomotores como oleadas de calor y sudoración nocturna, cambios del humor y del sueño. En una etapa intermedia se presenta resequedad vaginal, dispareunia, disfunción sexual e incontinencia urinaria”.

De igual forma, en una etapa tardía se presentan enfermedades degenerativas, todo lo cual conlleva a una disminución de la calidad de vida.

Aseguró que los síntomas pueden variar de una mujer a otra. Algunas son asintomáticas y en otras hay variación en la intensidad, combinación y duración que llevan, en ocasiones, a la incapacidad.

No obstante, como en todas las circunstancias, es recomendable que la mujer acuda regularmente a su consulta ginecológica. Su médico analizará cada caso y podrá determinar el tratamiento, siendo el más común, la terapia hormonal de reemplazo y cambios en el estilo de vida que podrían mejorar en un alto porcentaje la sintomatología.

En el país contamos con equipos multidisciplinarios para dar una valoración completa especializada, con equipos de diagnóstico de última generación, de forma metódica y sincronizada para dar una valoración rápida, segura y confiable de las condiciones de salud de cada paciente, siendo este el principal objetivo de nuestra unidad.

Aseguró que para esto se realiza una evaluación completa o tutorial que incluye entre otras cosas, la historia clínica, antecedentes de importancia, menarquía, ciclos menstruales, actividad sexual.

Además un examen físico completo, con énfasis en mamas, examen ginecológico, toma de muestra de citología cérvico vaginal, realización de un video colposcopia, ecosonograma abdominopélvico, ecosonograma transvaginal o, en su defecto, trasvesical.

También se incluyen el perfil 20 y perfiles lipídico, tiroideo, hormonal, FSH, estradiol, prolactina, hemoglobina glicosilada y ecosonograma mamario.

A las pacientes perimenopáusicas, además de lo anterior se agrega la mamografía (mayores de 35 años), densitometría ósea, resonancia magnética de mamas y marcadores tumorales.

“Al tener todos los resultados y las valoraciones de cada especialidad, se da a la paciente la información completa y detallada, aunada a las mejores recomendaciones y tratamiento para cada etapa de su vida. Si hay algo que nos ayuda en esta circunstancia es la valoración propia de la mujer, que atiende su salud, valora su bienestar físico y mental. Además, propicia la calidad de vida personal y la de todo su núcleo familiar”.