Se estima que más del 60 por ciento de los pacientes con enfermedades oncológicas necesitarán tratamiento radiante en algún momento de la evolución de su enfermedad.
Así lo asegura la doctora Jazmín García, oncóloga radioterapeuta de Radonic, quien se refiere al tema y habla de la necesidad de que la población entienda la necesidad de esta herramienta.
Les dejamos sus declaraciones:
“A diferencia de la quimioterapia, la radioterapia es un tratamiento localizado; por lo tanto, los efectos secundarios están relacionados con la zona del cuerpo que se exponga a la radiación. Por ejemplo, si irradiamos la mama, los efectos secundarios fundamentales serán a nivel de la piel, con la llamada “dermatitis”, (enrojecimiento e inflamación de la piel). La radioterapia no provoca alopecia (caída del cabello), excepto que el área a tratar sea la cabeza, el cuero cabelludo.
“La tecnología y sus avances ha sido determinante en el progreso de la radioterapia, haciéndola cada vez mejor tolerada y disminuyendo de manera sustancial los efectos segundarios agudos y tardíos. Hemos pasado de las antiguas bombas de Cesio y Cobalto a aceleradores lineales de alta energía, como el Trilogy.
“Hace unas escasas tres décadas sólo disponíamos de imágenes en dos dimensiones, el radioterapeuta hacía verificaciones con radiografías, sin mucha precisión y exactitud de la localización de estructuras, incluidos tumor y órganos de riesgo.
“Es en los 80 que inicia la radioterapia tridimensional (3D), gracias a la integración de la tomografía computada a la planificación, permitiendo así delimitar con precisión la zona a irradiar, tumor, y limitar la dosis a las estructuras sanas circundantes, las que denominamos órganos de riesgo.
“A partir de los 90 disponemos de resonancia y más tarde las imágenes moleculares que nos ofrece el PET CT.
“Todas estas han sido herramientas invaluables. Al día de hoy realizamos tratamientos con intensidad modulada, IMRT, así como radioterapia guiada por imágenes, a sabiendas de que las estructuras se mueven y cambian, esta última nos permite mayor precisión en el tratamiento, hemos logrado escalar la dosis en muchos cánceres en que esto es determinante, como lo es el cáncer de próstata.
“Con certeza los Curie sentirían cierto regocijo al ver dónde hemos llegado! Realizando hoy día tratamientos hipofraccionados, reduciendo los tiempos de tratamiento y mejorando la calidad de vida”.
Dra. Jazmín García
Onco radioterapeuta