Transacciones electrónicas en facturación médica

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 La facturación electrónica médica es una realidad no sólo en el país sino en los grandes centros de salud de Estados Unidos y Europa, por lo cual es el presente.

Sobre el tema Resumen de Salud ha entrevistado a Dashira Martínez, MBA, CPC, MTMP, director de Comunicación del Hospital General Plaza de la Salud y especialista en codificación médica.

Dashira cuáles son las debilidades y fortalezas del sistema de facturación médica?

¿Qué hace eficiente un sistema de facturación?

¿A qué tipo de preparación deben someterse los profesionales que realizan esta tarea?

Estas y otras preguntas les dejamos las respuesta en el seguimiento contenido:

En un centro de salud, el sistema de facturación necesita contar con varios factores para ser eficiente: debe ser ágil, efectivo y que logre de manera integrada facilitar la vida de los pacientes y de las aseguradoras. Las transacciones electrónicas buscan mejorar la eficacia de este sistema, que debe proporcionar una comunicación directa entre el centro, el proveedor y los seguros médicos.

En la mayoría de los países, lo primero que se constata es si el paciente tiene cobertura médica y qué clase de cobertura tiene para el servicio que solicita, luego se verifican los datos de información demográfica para completar el record, el cual es muy útil para fines estadísticos a nivel local e internacional.

Para tener un buen sistema de facturación electrónica se requiere que la información esté completa y verificada desde el inicio, por eso es importante que un experto valide las informaciones que entran al record, para evitar errores comunes en el ingreso de los datos. De aquí surge el valor que ha adquirido en los últimos años el especialista en esta área, que recibe una formación de dos años como Grado Asociado en universidades del exterior.
La preparación académica del codificador abarca finanzas, anatomía, estadísticas para fines médicos, terminología médica, auditoría y las clasificaciones de codificación más frecuentes en el mundo, entre otras áreas. Al finalizar la carrera, puede optar por una certificación de la Academia Americana de Codificadores Profesionales AAPP, que ya requiere una preparación adicional y un examen muy riguroso para lograr sus credenciales.

 

Necesidad médica

Un aspecto clave y que estos especialistas en codificación y facturación manejan, es la necesidad médica, que no es más que la verificación de que cada diagnóstico vaya acorde con los procedimientos indicados por el médico; es en este punto donde se producen la mayoría de las glosas en nuestro país, y muchas de ellas se pueden evitar con la participación de auditores médicos calificados durante el proceso.

En las transacciones electrónicas existe además la reconciliación automática del pago con cada factura, a fin de detectar cualquier discrepancia entre lo facturado y lo recibido. La mayoría de los seguros internacionales utilizan estas plataformas tecnológicas para sus reclamaciones, ya que todas están alineadas con los formularios de uso internacional para estos fines.

La codificación médica tanto para diagnóstico como para procedimientos, van de la mano con la facturación en los centros de salud de Estados Unidos y Europa y se ha estandarizado de tal manera como lenguaje universal, que las auditorías médicas, reclamaciones y estadísticas se manejan con los códigos médicos.

 

Un código para cada diagnóstico

En la actualidad la Clasificación Internacional de Enfermedades, mejor conocida como CIE-11 se encuentra en una etapa de estudio, preparación y borrador por parte de los expertos internacionales de OMS, con el fin de evaluar cuales diagnósticos eliminar, incluir o agrupar.

En nuestro país hemos avanzado en este sentido con la utilización por parte de algunos centros de salud de la CIE-10 para los certificados de defunción que se envían al Ministerio de Salud Pública, y también son de gran utilidad para los pacientes que vienen de otros países y requieren un reclamo a su seguro médico, de la manera correcta.

La CIE-10 se reporta de manera electrónica, lo cual facilita mucho la labor de los codificadores médicos y facturadores. Sin embargo los códigos para procedimientos, todavía no se encuentran unificados con la CIE-10-

PCS que se utiliza en los hospitales de otros países, y tienen un nivel de especificidad de 7 dígitos para poder clasificar de manera correcta cualquier procedimiento que se realiza en los hospitales.

Para los laboratorios y procedimientos ambulatorios se utilizan otros códigos conocidos como CPT, HCPCS, entre otros.

La autora es especialista en Codificación y Facturación Médica certificada por la Academia Americana de Codificadores Profesionales AAPC.

Además, posee un grado asociado en Codificación y Facturación Médica y una maestría en Administración de Empresas de UNIBE con concentración en administración hospitalaria de la Escuela de Salud Pública de Harvard y negocios internacionales de Florida International University.