Las reacci
ones vinieron del presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), doctor Waldo Suero, y de la secretaria general, doctora Mery Hernández.
Este es un resumen de lo que dijo Suero sobre el discurso es este:
No evidencia voluntad para resolver en forma definitiva la falta de recursos que caracteriza al sistema de salud.
No dijo cómo bajar las altas tasas de mortalidad materna e infantil.
No habló del 5 por ciento del producto interno bruto (PIB) para la salud.
Olvidó la atención a los envejecientes y el desempleo.
Dejó fuera la solución a la compleja situación y deterioro que enfrentan los hospitales.
No hay una real intención de mejorar el acceso a medicamentos, lo que se evidencia en el presupuesto que se mantiene para el sector.
No dijo nada de la deuda de los hospitales de la red pública y del Instituto Dominicano de Seguros Sociales.
Tampoco dio respuesta a cómo detener el avance de enfermedades
Dra. Mery Hernández, secretaria general del CMD
Como discurso lo valoramos como bueno, trato de llevar expectativas y esperanzas al pueblo dominicano.
Se quedó en narrativa en base a la garantía de leyes y derechos constitucionales que mandan a su cumplimiento para crear bienestar a la familia dominicana.
Fue un sueño de hada madrina; la realidad vivida por paciente y proveedor es otra.
Día a día llena de frustración, pesimismo y dolor: 56 hospitales en construcción, precarias condiciones de centros, falta de recursos económicos y materiales, muertes infantiles y maternas prevenibles.
No habló del cumplimiento del aumento del 5% PIB para la salud, como lo establece el plan decenal del año 2016.
Para legitimar y desarrollar un verdadero sistema de salud es imprescindible un proceso permanente y complejo de adaptación que nos lleva a tod@s a aprender a desaprender actitudes en la gestión del cambio para la producción de los servicios de salud hacia el aumento de la productividad y competencias.
