Un equipo de científicos estadounidenses desarrolló las lentillas por primera vez en 2014 utilizando un medicamento encapsulado en una delgada película de polímero.
Para glaucoma, científicos estadounidenses crearon un lente de contacto que libera de manera gradual el medicamento que necesita el ojo, lo cual mejora el tratamiento en estos pacientes que necesitan ponerse gotas, hábito que muchas veces les cuesta cumplir.
Debido a que las gotas para los ojos de un medicamento conocido como latanoprost pueden causar picazón y ardor, o ser simplemente difíciles de administrar, algunos estudios han demostrado que hasta un 50% no cumplen con los requerimientos de dosis.
Una lente, en cambio, una vez colocada en el ojo, administraría la medicina como se pretende con muy poco trabajo por parte del paciente.
Los resultados de las pruebas se dan a conocer en la revista Ophtalmology.
El lente tiene en su periferia un delgado film de polímeros que encapsulan el fármaco y lo liberan lentamente. Gracias a esto, el centro del lente es completamente transparente, lo que facilita una visión de agudeza normal, permitiendo también diseñarlo para que corrija problemas a la vista, como la miopía y la hipermetropía.
Después de probar con éxito esta tecnología en monos, los investigadores están diseñando los ensayos clínicos para determinar la seguridad y eficacia de estos lentes en humanos.
Esta nueva forma de terapia salvaría a millones de personas de la ceguera por glaucoma, una complicación que se puede evitar.