La terapia blanco y la inmunoterapia están entre las herramientas que están tomando los oncólogos para ver cómo prolongan la vida a la vez que aportan calidad de la misma al paciente.
Ambas opciones se basan en ataques a las mismas células cancerígenas desde su epicentro: las moléculas donde las dañinas células bloquean el accionar del sistema inmunológico y la efectividad de combinaciones terapéuticas. Accionan de forma directa sobre la angiogénesis.
Adjunto a las mismas, otros medicamentos se paran frente a la muerte y el deterioro físico de los pacientes con cáncer color rectal en estados avanzados.
Y, además, no se deben obviar los tratamientos tradicionales de quimio y radioterapia, además de la cirugía.
Son informaciones facilitadas en el país por la oncóloga mexicana Elizabeth Escobar Arriaga, quien las difunde con el peso de la ciencia, habida cuenta que sirve para mejorías en la prolongación la vida y la calidad de la misma en los enfermos de cáncer.
De visita en el país, la especialista explica que la terapia blanco actúa sobre las enzimas y receptores en el bloque de los mecanismos que permiten a las células cancerígenas nutrirse e irrigarse para crecer y reproducirse.
En esta terapia se utilizan los medicamentos Bavacizumab, Aflibercept, Ramucirumab y Regorarenib. Son de aplicación oral.
La inmunoterapia es otra arma de avance contra el cáncer de colon, pues actúa sobre las moléculas donde las células cancerígenas producen su trabajo mortífero.
La doctora Escobar Arriaga, quien es oncóloga del hospital Angeles Pedregal, de Ciudad México, considera una revolución que la ciencia médica disponga de la inmunoterapia.
La especialista, quien es Premio Nacional de Oncología de la Sociedad Mexicana de Oncología, dice que el abordaje de todo tipo de cáncer, hoy en día, es multidisciplinario, por lo que en el mismo deben participar oncólogos, cirujanos, radioterapeutas y otros especialistas.
