A los cirujanos a menudo les resulta muy difícil llegar a una parte concreta del cuerpo que requiere cirugía. Pero se espera que eso cambie en el futuro cuando un par de robots más pequeños que un grano de sal puedan entrar al cuerpo y trabajar juntos para realizar cirugías que impliquen todo tipo de tareas complejas.
Por primera vez, científicos del Laboratorio de Robótica Quirúrgica de la Universidad de Twente (Enschede, Países Bajos) han logrado hacer que dos microrobots trabajen juntos para recoger, transportar y ensamblar objetos inanimados en un entorno tridimensional. Sorprendentemente, estos microrobots magnéticos, cada uno de solo un milímetro de tamaño, fueron capaces de realizar tareas como levantar y organizar cubos, y lo hicieron dentro de un entorno 3D.
Hacer que los microrobots magnéticos trabajaran juntos resultó ser un gran desafío. Un obstáculo fue que, al igual que los imanes normales, estos pequeños robots magnéticos tienen tendencia a pegarse cuando se acercan demasiado. Sin embargo, los investigadores aprovecharon esta atracción natural.
Al desarrollar un controlador especializado, pudieron no sólo guiar los movimientos de los robots individuales sino también controlar cómo interactúan entre sí.
Debido a que estos microrobots son biocompatibles y pueden maniobrarse en espacios difíciles de alcanzar o incluso reducidos, tienen un potencial considerable para su uso en investigaciones y aplicaciones biomédicas.
«Es casi como magia», dijo Franco Piñan Basualdo, investigador postdoctoral en el Laboratorio de Robótica Quirúrgica. “Podemos manipular de forma remota muestras biomédicas sin contaminarlas. Esto podría mejorar los procedimientos existentes y abrir la puerta a otros nuevos”.