Estados Unidos.- El miedo a sufrir un bajón de azúcar en la sangre disuade a muchas personas con diabetes tipo 1 de hacer el ejercicio que necesitan, encuentra un estudio reciente.
Sin embargo, las personas eran más propensas a hacer ejercicio si su médico discutía cómo manejar su diabetes mientras hacían ejercicio, informaron los investigadores el jueves en la reunión anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes en Madrid.
«Para derribar las barreras a la actividad física y empoderar a nuestros pacientes para que hagan ejercicio de forma segura y efectiva, necesitamos mejorar la educación que ofrecemos y nuestro diálogo sobre el ejercicio en las clínicas», planteó la investigadora principal, Catriona Farrell, profesora clínica sénior de diabetes de la Universidad de Dundee, en Escocia. «A su vez, esto debería ayudarlos a lograr la multitud de beneficios para la salud que ofrece el ejercicio».
La diabetes tipo 1 es un trastorno autoinmune en el que el sistema inmunitario ataca al páncreas, dañando o destruyendo gravemente su capacidad para producir insulina. Como resultado, las personas deben controlar constantemente sus niveles de azúcar en la sangre y tomar insulina a diario.
Las personas con diabetes tipo 1 pueden recibir una multitud de beneficios para la salud del ejercicio regular, dijo Farrell.
«El ejercicio regular puede ayudar a las personas con diabetes a alcanzar sus metas de glucosa en la sangre, mejorar su composición corporal y su condición física, además de reducir su riesgo de ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares, que es más alto en las personas con diabetes tipo 1», señaló Farrell en un comunicado de prensa de la reunión.
«Sin embargo, muchas personas que viven con diabetes tipo 1 no mantienen un peso corporal saludable ni logran hacer la cantidad recomendada de actividad física cada semana», añadió Farrell.
Para este estudio, los investigadores encuestaron a 463 hombres y mujeres con diabetes tipo 1, preguntándoles sobre 13 factores que les impedirían hacer ejercicio regularmente durante los próximos seis meses.
Estos factores incluían la pérdida de control sobre la diabetes, el riesgo de hipoglucemia, el miedo a estar cansado, la preocupación por lastimarse, un bajo nivel de condición física y la falta de apoyo de amigos o familiares.
Los resultados mostraron que la preocupación por una caída del azúcar en la sangre era, de hecho, una de las principales razones por las que algunos diabéticos evitan el ejercicio.
Sin embargo, las personas tenían menos miedo a la hipoglucemia si comprendían la importancia de ajustar la dosis de insulina y la ingesta de carbohidratos antes y después del ejercicio, encontraron los investigadores. Ambas estrategias pueden prevenir una caída del azúcar en la sangre causada por la actividad física.
Las personas también se sentían mejor con el ejercicio si hablaban de ello con un profesional de la salud en una clínica de diabetes, muestran los resultados.