Santo Domingo.- La adherencia a la dieta MIND puede mejorar la memoria y las habilidades de pensamiento de los adultos mayores, incluso en presencia de enfermedad de Alzheimer, según muestran nuevos datos del Rush Memory and Aging Project (MAP).
«La dieta MIND se asoció con mejores funciones cognitivas independientemente de las patologías cerebrales relacionadas con la enfermedad de Alzheimer, lo que sugiere que la dieta puede contribuir a la resiliencia cognitiva, lo que en última instancia indica que nunca es demasiado tarde para la prevención de la demencia», comentó el doctor Klodian Dhana, Ph. D., del Rush Institute of Healthy Aging, Rush University, en Chicago, Estados Unidos.
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Impacto en la patología cerebral
«Si bien investigaciones anteriores determinaron que la dieta MIND está asociada con un deterioro cognitivo más lento, el estudio actual agregó la evidencia de la dieta y la salud cerebral al evaluar el impacto de la patología cerebral en la relación dieta-cognición», destacó el Dr. Dhana.
La dieta MIND es un híbrido de las dietas mediterránea y DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension), la dieta MIND incluye verduras de hojas verdes, pescado, nueces, moras, frijoles y cereales integrales y limita el consumo de comidas fritas y rápidas, dulces y pasteles.
Los investigadores utilizaron una serie de análisis de regresión para examinar las asociaciones de la dieta MIND, las patologías cerebrales relacionadas con la demencia y la cognición global cerca del momento de la muerte. Los análisis se ajustaron por edad, sexo, nivel educativo, alelo E4 de la apolipoproteína E (ApoE4), actividades cognitivas en la vejez y la ingesta total de calorías.
Los resultados muestran que una puntuación más alta en la dieta MIND se asoció con un mejor funcionamiento cognitivo global en el momento del deceso.
En particular, ni la magnitud ni la significancia estadística de la asociación cambiaron notablemente cuando se incluyeron en el modelo la patología de la enfermedad de Alzheimer y otras patologías cerebrales.
La asociación entre una mejor adherencia a la dieta MIND y una mejor cognición siguió siendo significativa cuando el análisis se restringió a las personas sin deterioro cognitivo leve al inicio del estudio, así como a las personas en las que se determinó un diagnóstico post mortem de enfermedad de Alzheimer según las recomendaciones de consenso de NIA-Reagan.