Modelo ACP-gerontología para aplicar y evaluar atención centrada en servicios gerontológicos

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authors.20736.picture.w_800.q_90.jpg.jpg“Apostar por transformar los servicios gerontológicos desde el marco de una atención centrada en la persona (ACP), implica asumir que toda persona mayor que precisa cuidados es portadora de dignidad, es decir, no solo de derechos sino de valores personales que deben ser respetados”.

Esta es la opinión de la doctora Teresa Martínez, reconocida gerontóloga, experta en modelos de atención centrada en la persona, quien muestra su gran satisfacción por compartir esta nueva aportación cuando su blog, creado para apoyar el avance de la ACP en gerontología, cumple 5 años.

Indica que, si decidimos que la ACP debe ser un eje rector de la calidad en los servicios gerontológicos, esta opción debe notarse, dejarse ver, hacerse realidad en el día a día.

“Pasar del plano declarativo de la ACP a concretar en el cuidado y vida cotidiana esta forma de ver a las personas mayores y planificar, en coherencia, la atención, implica en muchas ocasiones transformar nuestras organizaciones”, ratifica.

Explica que esta es la fase en la que ahora, en nuestro país, nos encontramos. “Y conociendo la realidad actual de muchos centros, lo cierto es que queda todavía un largo trecho por recorrer, no exento de dificultades de distinta índole.

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Como ha señalado en distintas ocasiones en relación a los riesgos existentes en la aplicación de la ACP, uno de ellos es quedarse en un plano meramente intencional, así como llevar a cabo actuaciones aisladas o anecdóticas.

“Limitarnos a anunciar o a escribir en la documentación del centro los postulados de la ACP, conformarnos con poner en marcha buenas prácticas aisladas, habitualmente bien intencionadas, pero escasamente transformadoras, no es suficiente”, resalta la especialista.

Asegura que para avanzar hacia la ACP es necesario ser conscientes de que, en muchos casos, se requerirá una profunda transformación de los servicios. En estos casos considero necesario contemplar dos líneas de trabajo.

“En primer lugar, llevar a cabo un proceso de desarrollo organizacional afín a los valores ACP que lidere y permita esta transformación. Y en segundo lugar partir de un modelo que haga operativo un marco de actuación en el que se describan los principales componentes o áreas relevantes en el cuidado”, explica.

Ratifica que se trata de un modelo de atención aplicado en los servicios que sea congruente con los valores que inspiran el enfoque ACP y que permita contemplar la globalidad que implica el buen cuidado y el compromiso organizacional que ello precisa.

Por Héctor García

resumendesalud@gmail.com