Santo Domingo. La presidente de la Sociedad Dominicana de Endocrinología y Nutrición endocrinóloga (SODENN), doctora Alicia Troncoso, informó que el cáncer tiroideo es fácilmente tratable cuando se diagnostica a tiempo y temprano, siendo más frecuente en mujeres que en hombres.
Destacó que el cáncer de tiroides es la octava causa de malignidad en la mujer que se origina en la glándula tiroides. Indicó que es más frecuente en mujeres que en hombres.
“Cuando el hombre tiene un nódulo tiroideo, la probabilidad de que sea cáncer es mayor. El cáncer de la tiroides se puede presentar en todas las edades, desde niños hasta adultos mayores, aunque es más frecuente en aquellos de mayor edad”, agregó.
La presidenta SODENN, aclaró que nueve de cada diez personas con cáncer de tiroides son de los tipos diferenciados, es decir con una alta sobrevida 90-95% a los 10 años del diagnóstico.
Troncoso, explicó que los cánceres más frecuentes son; carcinomas papilares constituyen el 80% de los casos, los foliculares en un 10%. “Estos tienen células diferenciadas y responden a la administración del yodo 131 y tienen excelente sobrevida”.
Mientras el carcinoma medular ocurre en un 2-3%, tiene una menor sobrevida que los carcinomas papilares y foliculares y pueden diseminarse a ganglios y otros tejidos con más frecuencia, igualmente el anaplásico, ocurre en un 1-2%. Este último con una sobrevida muy corta, de menos de seis meses cuando se detecta.
Al hablar del tratamiento del cáncer de tiroides especifico que incluye cirugía como primer paso para eliminar la totalidad o la mayor parte de este.
“Luego se le administra yodo radioactivo (RAI) para muchos pacientes con cáncer tiroideo bien diferenciado, para eliminar cualquier célula cancerosa que haya quedado después de la cirugía o tejido tiroideo residual que el cirujano no haya podido extirpar. Esto evitaría la reaparición del cáncer y la total curación”, manifestó Troncoso.
Reveló que luego de la cirugía de tiroides, se trata con hormonas tiroideas (levotiroxina) para sustituir la hormona que nos falta, para el resto de la vida.
“Es esencial que si una persona percibe o se le diagnostica un nódulo tiroideo acuda con un endocrinólogo”, concluyó.
Por Dilenys Evangelista