Un marcapasos cardiaco, prototipo, de auto-energía, estimuló un corazón de una rata viva usando energía eléctrica convertida de sus movimientos corporales.
Desarrollado por investigadores del Instituto Avanzado de Ciencias y Tecnología de Corea (KAIST; Daejeon, Corea del Sur) y la Universidad Yonsei (Seúl, Corea del Sur), el marcapasos cardiaco artificial recibe la energía semi-permanentemente mediante un nanogenerador piezoeléctrico flexible, de alto desempeño, que se basa en un cristal de una sola película delgada hecho de una aleación de niobato de magnesio-titanato de plomo (PMN-PT). La energía eléctrica es generada doblando y enderezando continuamente las placas recolectoras, de película delgada flexible de PMN-PT.
Los investigadores lograron cosechar una cantidad de energía que alcanzó una corriente de hasta 8,2 V y 0,22 mA gracias a los movimientos de flexión y empuje del cristal, los cuales eran valores suficientemente altos para estimular directamente el corazón de la rata. Según los investigadores, la tecnología podría facilitar el uso de recolectores de energía flexibles, con alimentación propia, con lo cual no sólo se prolonga la vida útil de los marcapasos cardiacos, sino que también es factible realizar el control del corazón en tiempo real. El estudio fue publicado en línea, antes de impresión en abril de 2014 en la revista Advanced Materials.
Para efectos clínicos, el logro actual beneficiará el desarrollo de marcapasos cardíacos autoalimentados, y prevendrá los ataques al corazón a través de diagnósticos en tiempo real de la arritmia cardiaca”, dijo el autor principal, el profesor Keon Jae Lee, PhD, del departamento de ciencia de materiales e ingeniería. “Además, el nano-generador piezoeléctrico flexible también podría ser utilizado como una fuente eléctrica para varios dispositivos médicos implantables”.
Las cirugías repetitivas para reemplazar las baterías de los marcapasos han expuesto a los pacientes, de edad avanzada, a riesgos de salud, como infecciones o sangrado severo durante los procedimientos.
Fuente: www.hospimedica.es