Un nuevo tipo de fármacos abre la vía a cronificar el cáncer de ovario en numerosas pacientes, y la posibilidad de curarlo en algunos casos, incluso cuando se diagnóstica en fases avanzadas y ya ha causado metástasis.
Así lo demuestran tres grandes ensayos clínicos presentados en el congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) que se celebra en Barcelona.
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“Después de décadas estudiando diferentes estrategias con la quimioterapia, esta es la primera vez que conseguimos una supervivencia larga sin enfermedad. Es un avance enorme para pacientes que hasta ahora tenían mal pronóstico”, consideró Ana Oaknin, especialista en cáncer de ovario del Instituto de Oncología de Vall d’Hebron (VHIO), que analizó los resultados de los estudios.
“En los 25 años que llevo dedicándome al cáncer de ovario, nunca había visto nada igual. Estos fármacos cambiarán completamente la perspectiva para las pacientes”, coincide Antonio González Martín, oncólogo de la Clínica Universidad de Navarra, que ha dirigido uno de los ensayos clínicos y ha participado en otro.
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Con más de 3,500 casos diagnosticados al año en España, el cáncer de ovario es el sexto que más muertes causa en la población femenina, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
Aunque el primer tratamiento de quimioterapia suele ser eficaz, es frecuente que el cáncer reaparezca antes de dos años.
Cuanto más tarde en reaparecer, más probable es que las pacientes respondan a nuevos tratamientos. Los nuevos fármacos inhiben una enzima llamada PARP, que las células utilizan para reparar su ADN.
Dado que las células tumorales se dividen con rapidez, y que acumulan alteraciones en el ADN en cada división, recurren a mecanismos de reparación como la enzima PARP.
Según el reporte de https://www.lavanguardia.com, se estima que el 50% de los cánceres de ovario, y un porcentaje inferior de otros tumores, dependen de esta enzima. Al inhibirla, por lo tanto, las células tumorales mueren al no poder reparar su ADN.
En los tres ensayos clínicos presentados en los que han participado 2,679 pacientes, se ha complementado el tratamiento inicial de quimioterapia con un inhibidor de PARP, que se toma por vía oral. En los tres se ha registrado un aumento notable de la supervivencia libre de enfermedad en las pacientes con tumores que dependen de PARP.