Pacientes con problemas articulación prefieren tratarse con artroscopia

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Punta Cana.- Los pacientes con dolor, inflamación, rigidez e inestabilidad en alguna articulación prefieren utilizar el procedimiento de artroscopia, en vez de la cirugía por ser menos invasivo, aseguró el doctor Arturo Richardson, traumatólogo-ortopeda Hospiten Bávaro.

Explicó que la artroscopia es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo utilizado para diagnosticar y tratar problemas en las articulaciones.

Dijo que se utiliza un artroscopio, que es un tubo delgado con una cámara y luz, que se inserta en la articulación a través de pequeñas incisiones.

Se utiliza la artroscopia -informó- para diagnosticar problemas articulares, como daños en el cartílago, ligamentos, tendones y huesos.

Además, para realizar tratamientos como la reparación de ligamentos, la extracción de tejido inflamado o dañado y la eliminación de fragmentos sueltos de hueso o cartílago.

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Las articulaciones comúnmente tratadas con artroscopia -dijo Richardson- son la rodilla, el hombro, el codo, el tobillo, la muñeca y la cadera.

Aseguro que en esas zonas donde se producen desgarros de menisco, de ligamento cruzado, lesiones del manguito rotador, fragmentos sueltos de huesos, cartílagos, sinovitis y artritis inflamatoria.

“La artroscopia suele ser preferida sobre la cirugía abierta debido a sus beneficios, como menores incisiones, menos dolor postoperatorio, tiempo de recuperación más rápido y menor riesgo de infecciones u otras complicaciones”, precisó.

La decisión de realizar una artroscopia -explicó- se toma cuando existen síntomas persistentes de dolor, inflamación, rigidez o inestabilidad en la articulación, que no mejoran con tratamientos no quirúrgicos como medicamentos, fisioterapia o cambios en el estilo de vida.

Previo a una artroscopia, sin embargo, es importante informar al médico sobre cualquier medicamento que el paciente esté tomando, y cualquier otra condición médica preexistente, para evitar complicaciones en el procedimiento.

“Es decir, será necesario realizar pruebas preoperatorias, como análisis de sangre y estudios de imagen, para evaluar la salud general y la articulación afectada.

«Tomar en cuenta la edad, el sexo, la condición física general y enfermedades preexistentes del paciente que puedan influir en la decisión de someterse a una artroscopia”, puntualizó el doctor Richardson.

Con este procedimiento, explicó el galeno, los riesgos pueden incluir infección, sangrado, coágulos de sangre, daño a los tejidos y nervios circundantes, rigidez de la articulación y reacciones adversas a la anestesia.

Dijo que la recuperación puede variar, “pero generalmente incluye reposo, aplicación de hielo, elevación de la extremidad, uso de medicamentos para el dolor, y fisioterapia para restaurar la función y la movilidad de la articulación”.

El profesional de Hospiten dijo que el paciente debe seguir todas las recomendaciones pre y postoperatorias, que pueden incluir seguir todas las instrucciones, asistir a todas las citas de seguimiento, participar activamente en el programa de rehabilitación y comunicarse con el médico ante cualquier síntoma inusual o complicación.

 

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